La nueva cirugía de la Infanta Cristina para mejorar su aspecto físico

La Infanta Cristina enfila una nueva etapa de su vida marcada por su separación del que durante 24 años fue su marido Iñaki Urdangarin. La hija de Don Juan Carlos se ha sometido a un progresivo cambio de imagen. Primero optó por un nuevo corte de pelo, luego se quitó la verruga que tenía cerca de la nariz y ahora ha vuelto a pasar por quirófano para completar su transformación.

El pasado 22 de diciembre se operó en la clínica Teknon de Barcelona de cataratas y presbicia, según publica Lecturas. «Quiere dejar atrás su peor época, la de una mujer solitaria, con mascarilla y gafas de lectura», se puede leer en la revista aludiendo a una foto de ella que fue tomada en febrero de 2022, en un aeropuerto, tras anunciar su separación. En ella aparecía triste y con aspecto cansado.

La presbicia o vista cansada son consecuencia del envejecimiento natural del ojo, concretamente del cristalino, que es la lente interna del ojo. Hace que sea imposible ver bien de cerca. En cuanto a la cataratas, el cristalino, además de endurecerse, pierde su transparencia. En una misma operación se corrigen los dos defectos mediante una pequeña incisión que permite vaciar el contenido del cristalino utilizando la aspiración por ultrasonidos. Mediante unos pequeños agujeros, se introduce una lente, que se encuentra plegada en ese momento. Una vez que está dentro de la cápsula del cristalino, se despliega. Con la nueva lente es posible enfocar cualquier distancia sin usar las gafas. La intervención dura alrededor de 10 o 12 minutos y no requiere ingreso hospitalario.

Los pilares de su vida

La Infanta Cristina arranca el 2023 con nueva imagen y con su proceso de divorcio paralizado. Aunque el noviazgo con Urdangarin con Ainhoa Armentia continúa consolidándose, el matrimonio aún no considera oportuno comenzar con el papeleo. Ahora mismo las prioridades de la hermana del Rey son su trabajo como directora del Área Internacional de la Fundación Bancaria la Caixa que la ha llevado a viajar por todo el mundo con destinos como Perú o la India.

Sus cuatro hijos son su otro gran pilar. Irene Urdangarin, de 17 años, reside con su madre en Ginebra, mientras que los otros tres mayores ya están independizados. Juan Valentín es el más discreto de la familia. Pablo vive en Barcelona, dio la cara ante los medios tras la ruptura de sus padres y es más fácil seguir sus pasos gracias a sus partidos de balonmano. Miguel reside en Londres desde hace dos años y allí estudia Ciencias del Mar.