¿Los obispos? «Incitan al odio»; ¿El tarot? «¡Me vuelve loca!» El singular mundo interior de Montero
La ministra de Igualdad, diputada nacional y pareja de Pablo Iglesias Turrión concede su entrevista más personal, en la que abre el acceso a su –como ella misma reconoce– «fantasioso» mundo interior
Irene Montero, ministra de Igualdad, es una de las personalidades de la vida pública española que vive rodeada por mayor y más intenso número de polémicas. Desde su condición de ministra de Igualdad y diputada nacional de Unidas Podemos, Motero impulsa y promueve algunas de las leyes que mayor división generan en la sociedad. Por ejemplo, la 'Ley del solo sí es sí', cuya defectuosa redacción jurídica ya ha permitido reducir la pena a 200 agresores sexuales, o la 'Ley Trans', que ha causado una severa fractura dentro del propio movimiento feminista.
Irene Montero, además, abona estas decisiones políticas con declaraciones incendiarias. No le ha temblado el pulso cuando en sede parlamentaria acusó al Partido Popular de «promover la cultura de la violación que pone en cuestión la credibilidad de las víctimas».
Estas decisiones y declaraciones no son fruto del azar; más allá de singularidades de carácter, parten de un marco ideológico muy definido con el que Irene Montero, afiliada a las Juventudes Comunistas desde los 15 años, está plenamente identificada.
Se supone que en Montero su orientación anticatólica –que no antimonoteísta, porque sobre el mundo islámico opina con llamativa contención– la realiza en nombre del Progreso, la Ciencia y la Emancipación Antipatriarcal
El corpus intelectual de Podemos consiste en una mezcla de marxismo–leninismo old school, populismo bolivariano –una suerte de Laclau For Dummies– e Ideología de Género al por mayor. Son tres tradiciones ideológicas dispares que Montero, sin embargo, administra sin especiales reparos, a grandes dosis, y siempre haciendo gala de un pronunciado sesgo anticristiano.
Se supone que en Montero su orientación anticatólica –que no antimonoteísta, porque sobre el mundo islámico opina en cambio con llamativa contención– la realiza en nombre del Progreso, de la Ciencia y, por supuesto, de la Emancipación Antipatriarcal.
Irene Montero, desde su cuenta oficial de Twitter, ha acusado «al Vaticano» de que «con sus palabras desprecia la democracia y a nuestro abuelos y padres que pelearon. En lugar de quejarse, el Gobierno debería aplicar las normas de la democracia a la Iglesias: pagar el IBI, devolver los bienes indebidamente inmatriculados y eliminar el Concordato».
Me han dicho que eres muy brujita...
Otras declaraciones públicas de Montero han sido igualmente sonadas, como cuando en 2017 afirmó que «por desgracia cada vez que hablan los obispos en este país es para decir que la ideología de género es un peligro y que el matrimonio entre dos hombres no es matrimonio, o que los jóvenes no tienen que utilizar preservativo en sus relaciones». Montero también ha advertido que «en las misas que se retransmiten por la cadena pública hemos podido ver cómo la jerarquía católica de nuestro país incitaba al odio a las personas homosexuales o hablaba del derecho al aborto como algo abominable».
La ministra asegura ser tan seguidora del horóscopo que «se mete a diario a leerlo con las amigas»
Gracias a una entrevista reciente concedida para El Huff Post, ahora los lectores de este medio propiedad del Grupo Prisa ya conocen más aspectos de la singular arquitectura mental de la ministra. «Amore, me han dicho que eres muy brujita, que me lo han chivado... El tema tarot, que te vuelve loca, a ti, de repente», le pregunta con desparpajo y desenvoltura un joven periodista mientras ambos se hacen la manicura en un local, a lo que Montero, muy rápida ella, le contesta: «Me vuelve loca, ¡me vuelve loca!».
En la actualidad, Irene Montero está envuelta en una lucha con Yolanda Díaz por el liderazgo dentro de la izquierda radical que quizá explique el aire promocional de esta entrevista. En la misma conversación, que transcurre en una atmósfera como almodovariana, Montero reconoce ser «muy fantasiosa», «pensativa» y que «me encanta ayudar a los demás».
Abundando en el tema, la ministra asegura ser tan seguidora del horóscopo que «se mete a diario a leerlo con las amigas», aunque reconoce que «no sé exactamente cuál es la relación entre el horóscopo y el ascendente». «Me parece un tema de conversación, bueno, que me divierte, me distrae», concluye Montero.