Vargas Llosa confiesa cuál fue el detonante de su ruptura con Isabel Preysler
El escritor hispanoperuano se pronuncia sobre su relación con la reina de corazones en una ronda de entrevistas
No se arrepiente de nada, pero tampoco busca recrearse en el pasado. A sus 86 años, quiere que sus libros vuelvan a hablar por él, a la espera de que escampe la tormenta mediática. Mario Vargas Llosa ha roto su silencio. Un mes después de conocerse su ruptura con Isabel Preysler, el escritor hispanoperuano ha concedido dos entrevistas en las que se pronuncia sobre su expareja. No encontrarán reproches, ni malas palabras o un mínimo rencor hacia ella. «La experiencia se vivió y ya está. Ya vuelvo a estar aquí, rodeado de mis libros», declara a El País refiriéndose a su ático de la calle Flora, donde se instaló tras abandonar la casa de Puerta de Hierro, donde convivió con la reina de corazones.
Durante la extensa entrevista, habla sobre Literatura, su próximo ingreso en la Academia Francesa, política y cómo no, la pregunta obligada sobre su vida sentimental. Vargas Llosa mantiene la elegancia en cada una de sus respuestas. «¿Cómo sale uno de la tuneladora de la prensa rosa?», le preguntan. «No haciendo ninguna declaración. Yo no he hecho ninguna sobre Isabel [Preysler, su última pareja]. Y he tenido durante un mes periodistas desde las siete de la mañana plantados en el portal. Salía a caminar y ya me los encontraba», confiesa al citado medio.
Deja entrever cuál fue el detonante de su ruptura al mencionarle su adaptación a ese mundo frívolo de fiestas y photocalls que él denunció en su ensayo La civilización del espectáculo. Reconoce que era incompatible con su vida sustentada en la cultura. «Sí, son dos mundos muy distintos, muy separados. Vuelvo a estar en mi casa, rodeado de mis libros». Y en su entrevista con El Mundo añade: «Yo estaba muy enamorado de Isabel. Pero digamos, ese mundo no es mi mundo». La cultura y el espectáculo chocaron.
También asegura que los que han querido ver las referencias a Isabel Preysler en el relato Los Vientos, se confunden. «Mensajes absurdos y disparatados. Nunca jamás en la vida se me hubiera ocurrido ridiculizar a Isabel. En esa época yo me llevaba muy bien con ella. Ni siquiera recuerdo cuándo escribí yo esos episodios que han sacado en los periódicos, ¡incluso en Francia, en un artículo de Le Monde!», responde.
La publicación de las entrevistas ha coincido con su viaje a París para participar en un primer acto de la Academia Francesa, tal y como ha compartido su hijo Álvaro en Twitter. «Hoy colocó un pie en la inmortalidad (explicaré la 'inmortalidad'). A puerta cerrada, sin familia, amigos ni prensa, solo ante 400 años de historia académica y civilización occidental, como manda la norma, cumplió el rito de la 'instalación' en la Academia francesa».
Álvaro también relata que a su padre le pidieron reflexionar sobre una palabra del diccionario francés (que no podía conocer de antemano) y le asignaron Xérès (por Jerez de la Frontera), hablando de la ciudad y el vino. Tras asistir a este acto privado, sin periodistas ni público, padre e hijo se fueron a degustar una sopa de lentejas.