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Alberto de Mónaco, entre rumores de divorcio y la tutela impuesta a Charlene
Se sientan las bases del relegado papel que ocuparía Charlene de Mónaco en caso de que su marido falleciera
La Familia Grimaldi forma parte de la rumorología cada cierto tiempo. Si hace unas semanas era la posibilidad de que Carolina de Mónaco no asistiese a la coronación de Carlos III el próximo mes de mayo por una posible relación pasada con él, ahora la prensa vuelve a centrarse sobre su hermano Alberto.
El Príncipe de Mónaco cumplió 65 años el pasado martes y lo celebró con una salida familiar junto a la Charlene de Mónaco y los dos hijos de la pareja, los gemelos Jacques y Gabriella. Juntos salieron a almorzar y después disfrutaron de una actuación teatral realizada exclusivamente para la ocasión. Aunque la estampa era del todo idílica hubo un momento que hizo que los medios monegascos volviesen a especular sobre una posible crisis de la pareja.
A mediodía y antes de este divertido plan junto a su familia, el Príncipe Alberto saludó desde el balcón de palacio a su pueblo acompañado de sus hijos y herederos. La ausencia de Charlene en estos pocos minutos asaltó la misma duda de siempre: ¿dónde está y por que no ha acompañado a su marido?
La Casa Real de Mónaco publicó en Instagram un carrusel de fotos del mencionado día, pero no incluye a Charlene hasta la séptima fotografía, algo que ha sido interpretado como un señal del lugar que ocupa la Princesa en Palacio. Sobre todo teniendo en cuenta el decreto firmado por su marido que se acaba de dar a conocer.
Firmado el pasado verano y sacado a la luz por Closer, designa a la Princesa como regente si se produjera su muerte, pero lo hace con matices. Como en el caso del resto de monarquías, si el Rey –allí Príncipe– fallece, abdica o queda incapacitado, es su hijo mayor quien le sucede. Como Jacques aún tiene 8 años, la Jefa de Estado sería ella durante la década siguiente. Sin embargo, Alberto de Mónaco no parece fiarse del todo y establece que no será regente sola sino tutelada por un Consejo de la Regencia.
Charlene, eso sí, asumiría la presidencia del citado Consejo, pero tendría que convencer a las siete personas a las que subordina para tomar decisiones. Estas son designadas por decisión de Alberto, por lo que se espera que sean fieles a él y anularían cualquier decisión o gesto de Charlene.
De esta forma, la composición del Consejo de Regencia del Principado de Mónaco se compondría de:
- Presidente, que sería el cónyuge del Príncipe reinante.
- Presidente del Consejo de la Corona.
- Secretario de Estado.
- Presidente del Consejo de Estado.
- Cuatro personas designadas por decisión soberana.
Aunque el escenario es hipotético y el Príncipe goza de buena salud pese a sus 65 años, medios monegascos apuntan que la decisión humilla públicamente a la sudafricana y la expone a una tutela innecesaria a sus 45 años. Por supuesto, el decreto quedaría anulado en caso de que la pareja decida separarse.