Tres años para gestar a la hija de Aless y un parto doble
Al mismo tiempo que Ana finalizaba el libro de su hijo, nacía su hija-nieta
El día 13 de mayo hará tres años que Ana García Obregón perdía a su hijo o «lo devolvía al cielo» como ella prefiere. Las últimas palabras de Aless Lequio a su madre fueron; «mamá, te quiero desde siempre y para siempre». Al mismo tiempo que Ana finalizaba el libro de su hijo, nacía su hija-nieta. Un parto doble.
Ana no quiere tocar nada en la habitación de su hijo. Un año después, mayo de 2022, la conserva tal cual la deja Aless. Sin embargo, a finales de mayo de ese año, Obregón recupera el pequeño portátil plateado de su hijo y le da vueltas a terminar de escribir El chico de las musarañas, el libro que dejó inacabado y del que habían hablado en sus largas horas de ingreso hospitalario.
Ana se pone a la tarea y va colocando píldoras de sus sentimientos, que se cruzan con los de su hijo. «He aprendido que es mentira que el tiempo todo lo cura. Hay heridas que siguen sangrando toda la vida, pero aprendes que la distancia puede evitar un abrazo, un beso, pero nunca este amor infinito que crece cada día».
Mallorca, junio 2022. Quedan dos meses para que la mujer que se está sometiendo a la maternidad subrogada con el esperma de Aless se quede embarazada. Ana mete en la maleta el ordenador que le une con su hijo y pone rumbo a la casa familiar mallorquina. Allí con vistas al Mediterráneo y con la fuerza de saber que también está creciendo, a muchos kilómetros de distancia y después de varios intentos fallidos, su gran proyecto de vida. Comienza la tarea; «después de dos años he reunido las fuerzas suficientes para empezar a escribir este libro. Se lo debía a mi hijo que durante su enfermedad empezó a escribir una joya que nunca pudo terminar. Tardé casi un año en poder leerlo. Su talento para la escritura no podía quedar en un cajón. Siempre me decía que su mayor deseo era publicarlo. Por eso las torpes palabras de tu madre envolverán sus maravillosas páginas en un libro en el que todos los beneficios irán a su Fundación para investigar cómo curar el cáncer. Llevo casi un mes en mi habitación de Mallorca escribiendo este doloroso viaje lleno de amor de una madre y su hijo».
El último post que escribió Aless decía: «Lo más importante en esta vida es el tiempo y el amor que dedicas a las personas que quieres porque al final es lo único que te llevas». Sin embargo, Aless había dejado congelado su continuidad en este mundo y Ana ya había dado el paso de hacerlo realidad. Su hijo quería ser padre, posiblemente con la intención de serlo y disfrutarlo él. Las leyes, de otro país, y la ciencia le dieron la oportunidad a Ana de traer al mundo, tres años después de haber muerto, a una hija de Aless aunque él no podrá ejercer nunca de lo que deseaba y para lo que había congelado su esperma, ser padre.
Madrid, 26 enero de 2023. Ana ya sabe, desde hace un mes, que el bebé que se está gestando en Miami, será niña y por tanto, cuando nazca y conste legalmente como madre aunque biológicamente sea su abuela, llevará su nombre. «Llevo más de ocho meses inmersa en la escritura del libro que llevará en su interior la joya que empezaste. El mes que viene, febrero, estará por fin terminado (que curiosamente casi coincide con el nacimiento de su hija póstuma, Ana Sandra, 20 de marzo).
Aún recuerdo el día después de una quimio cuando me dijiste:
• Mamá, cuando termine de escribirlo, lo publicaré y donaré los beneficios a la investigación del cáncer.
No pudiste acabarlo. Me invade la rabia y el dolor infinito por todo. Pero también, quiero que sepas la emoción y el orgullo que siento cuando una de las mejores editoras de este país me dice que lo que escribiste es impresionante y que tenías un gran talento.
Lo acabaré por ti, para inspirar, para concienciar, para tu Fundación y para aprender a apareciar cada instante este regalo llamado vida. Gracias Harper Collins Iberica por creer en nosotros».
A la presentación del libro, que antes de salir ya ha agotado varias ediciones, le seguirán el bautizo, el primer diente, sus primeros pasos y quién sabe si la llegada de más hermanitos. Al parecer, el deseo de Aless era tener cinco hijos y quién sabe si Ana tratará de complacerle. Y por cierto, un mensaje encriptado, el del abuelo de Ana Sandra, en sus redes sociales, hasta el 23 de marzo publicaba de vez en cuando fotos de cisnes blancos, desde esa fecha los cisnes son negros.