Gente
Cojines, chocolate, whisky... el merchandising de Carlos III para su coronación
Hay una gran teletienda con cientos de productos de lo más dispar para celebrar la coronación de Carlos III porque la monarquía inglesa es una marca comercial muy potente
El regreso del rey es la cerveza inglesa que ha nacido para celebrar la coronación de Carlos III en los pub ingleses. Es solo un artículo más de los miles que se han creado para celebrar ese acontecimiento. Los ingleses y su Commonwealth llevan setenta años sin disfrutar de una coronación, dada la longevidad de Isabel II.
Y si en algo son espabilados los comerciantes de la isla y los miembros de la Familia Real es en el mercadeo de productos relacionados con sus royals. Tanto es así que en los castillos y palacios visitables de los monarcas ingleses cuentan con sus propias tiendas oficiales. Desde cojines con la bandera o los perritos corgis, a tabletas de chocolate, todo tipo de menaje, réplicas de joyas o caretas de cartón con sus rostros. Los artículos deben ser aprobados, pero muchos de ellos se escapan al control y suelen ser los más curiosos pero se venden fuera del mercado oficial.
Si hay un miembro de la Royal Family que ha sabido explotar ese lucrativo comercio ese ha sido el actual Rey Carlos. También es verdad que es el que más ha esperado para asumir el trono y por tanto ha tenido más tiempo para sus cosas.
Carlos, por medio de la Fundación Príncipe, ha comercializado y sigue comercializándolo todo, incluso la posibilidad de comer o cenar en su palacio con viandas elaboradas por el equipo de cocineros reales y con productos de su huerta. Hasta hace ocho meses, cuando aún era príncipe, presumía de plantar zanahorias, lechugas y llevar un planteamiento holístico de la vida. A cambio de una módica cantidad de libras puedes comer como un rey en su palacio de Highgrove. Ese palacio es su favorito, ahí pasaron la pandemia, adoptaron dos perritos russel y Carlos diseñó los jardines.
Precisamente esas flores, que él personalmente ha plantado, han inspirado la invitación oficial a su coronación, junto al hombre verde que es un simbólico personaje que cita en uno de sus libros, más los escudos de Carlos y Camila, que por cierto, ha perdido lo de consorte por el jardín. Aunque uno de sus productos más especiales, el de la miel que producen las colmenas que tiene instaladas Camila en su jardín de Wiltshire, su casa de divorciada, mantenga esa distinción en los botes de «miel de celebración de la coronación de la reina consorte» y que Fortnum & Mason envasa y vende los 200 gramos a 40 libras. Decir que un imán para el frigorífico es lo más asequible, 2,50 libras, la taza (mug) de porcelana sube a 24,95 y la toalla de manos en algodón a 12, 95, posiblemente sean los artículos más vendidos y copiados.
En la cima de los precios disparatados se encuentra el osito Teddy, ese que tomaba el té con la Reina Isabel, que cuesta 170 libras. Y dado que es una celebración se requieren burbujas para los brindis. El nuevo rey cuenta con su propio champagne, 45 libras, que se llama como su palacio favorito, sin olvidar los fondos clásicos de un pub inglés, la ginebra y el whisky Highgrove Coronation Vatting que se pone en 150 libras, al menos lleva esencia de mermelada de naranjas sevillanas.
Curiosamente en Tokyo tienen un punto de venta de todas estas mercancías y Carlos III se empeña en que quede muy claro que todo lo que se recauda con esta apertura de espacios y con el supermercado regio se destina al mantenimiento de su fundación y a obras de caridad.
Dada la edad no tiene tiempo de ir despacio y lo mismo que vende productos para mantener la filantropía también reduce la ceremonia, el número de invitados y los fastos de coronación. Por ejemplo, una de las carrozas que le trasladará por las calles en tan señalada fecha, cuenta con asientos confortables y aire acondicionado aunque tenga menos oro y pompa.