¿Por qué fracasó el matrimonio de Mohamed VI y Lalla Salma?

Cinco años han pasado desde que Mohamed VI y Lalla Salma anunciasen su divorcio. Cinco años de absoluto hermetismo y de algo aún peor: de desaparición por parte de la madre del heredero. Desde que su matrimonio pusiera punto final, nada o poco se sabe de la que un día fue mujer del Rey de Marruecos. La última información sobre ella data de hace más de un año, cuando un medio marroquí aseguró que había celebrado su 44 cumpleaños en su residencia habitual en Rabat y rodeada de su familia. Pero, ¿cómo fueron aquellos años dorados en el trono que nunca volverán?

En 1999, el Rey Mohamed VI anunció su compromiso con una mujer totalmente contraria a su religión: pelirroja, con larga melena y sin velo. No importaron las críticas, pues tres años después celebraron su matrimonio en el Palacio Real de Rabat. Un acto íntimo que duró varios días y que contó con pocos medios de comunicación. Entonces, Lalla Salma se convirtió en la primera Princesa real del país, rompiendo tradiciones y pasando a ser la primera mujer de un soberano presentada al público y a la prensa.

Desde Palacio se anunció que lo suyo fue un auténtico amor a primera vista, durante una fiesta privada. Su matrimonio arrasó con algunas de las tradiciones más arraigadas del país, más allá de que con Salma se introdujo el papel de Primera Dama en Marruecos. Pasó a ser un referente de moda en el país, destacó por su faceta independiente, entró a trabajar en la ONA (Omnium Nord-Africaine) y se desarrolló como perfecta anfitriona en la recepción de los mandatarios extranjeros, como lo Reyes Felipe y Letizia. Por su parte, el Rey Mohamed renunció al harén, una de las costumbres más sonadas en la monarquía marroquí.

Pero en 2017, su nombre dejó de sonar con tanta fuerza, y ya no apareció más de forma pública. Todas las alarmas saltaron cuando no acudió a visitar a su todavía marido tras sufrir una arritmia cardíaca en 2018. Desde Casa Real reinaba el más absoluto silencio y, un mes después, anunciaron su separación. Después de esto: misterio.

La Princesa Lalla desapareció del ojo mediático, no había noticias de ella ni dentro ni fuera de sus fronteras, no se dejó ver con sus hijos, y su paradero comenzó a ser motivo de preocupación. Tanto es así que incluso algunos medios marroquíes llegaron a calificar a Salma como una «rehén de su marido», aunque el abogado de Mohamed VI se vio obligado a desmentir dicha información. En abril de 2019, dos años después de su misteriosa desaparición, llegaron sus primeras fotografías junto a su hija en la plaza Jemma el Fna de Marrakech; en junio se dijo que había estado en Grecia acompañada de sus dos hijos; y en octubre trascendieron imágenes suyas en Nueva York.

Cuando parecía que la Princesa en la sombra retomaba, de forma cautelosa, su actividad pública, llegó la pandemia y poco más se supo de ella. Pasó de ser una Rania de Jordania, una Lady Di marroquí, a convertirse en el pasado de la monarquía de su país. A día de hoy, sigue siendo todo un misterio lo que rodea y rodeó a la mujer de Mohamed VI que rompió con todas las reglas y la tradición.