Íñigo Onieva y Tamara Falcó pasarán por el altar mañana a las 19:00 de la tarde
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El hombre más importante en la boda de Tamara, después del novio
Él fue quien la consoló cuando rompió con Onieva
El sacerdote diocesano, Cruz Miguel Pérez Goñi, será una de las figuras principales en la boda de Tamara e Íñigo Onieva. Junto al religioso estará el padre Ángel «estaré en la ceremonia religiosa pero no me quedaré en el convite. Soy amigo de la familia y estuve en la primera comunión de Tamara. Isabel viene a veces a la iglesia de San Antón a rezar y celebré el funeral de Miguel Boyer».
En los momentos más críticos de la explosiva y mediática ruptura de Tamara con Íñigo, más que párroco y confesor, Cruz Miguel, acompañó a la marquesa de Griñón y en sus palabras Tamara encontró el refugio espiritual en el que se refugio tras la ruptura con Íñigo.
También Cruz Miguel, estuvo en el lecho de muerte de su tío Fernando Falcó, marques de Cubas y casó el año pasado, a su primo, el actual marqués de Cubas, Alvaro Falcó, en su boda con Isabelle Junot.
Y por si estas vinculaciones no fueran pocas, ha tenido un papel muy importante en los viajes de fe que ha realizado la hija de Isabel Preysler. Cruz Miguel ha sido uno de los acompañantes discretos de Tamara en su peregrinación a Medjugorje
El hombre que en unas horas casará a Tamara Falcó, es un sencillo párroco en la iglesia de Santa Adela en el distrito madrileño de Canillejas, pegado a la M-40 y cerca de Barajas. Un lugar extraño para Tamara y poco habitual en sus zonas de movimientos. No porque sea un barrio obrero del extrarradio de la ciudad que se edificó entorno a la fabrica de coches que hubo allí y con la que Tamara no tiene ningún vinculo más allá de estar allí su sacerdote diocesano de confianza.
Y llegó el permiso para casarse en el palacio
Hasta el último momento estuvieron pendientes del permiso para casarse en la ermita que tiene el palacio El Rincón y que Carlos Falcó, el padre de Tamara restauró como regalo a su hija para que pudiera practicar allí su vocación religiosa. Últimamente la Iglesia es remisa a que se celebren bodas en casas y fincas particulares, suelen denegarlos con frecuencia.
La ermita del palacio en la localidad de Aldea del Fresno, pertenece a la archidiócesis de Getafe. Que, gracias a Dios, y nunca mejor dicho, sí les ha dado su permiso para casarse en su finca privada. Tamara y su novio, presentaron en tiempo y forma toda la documentación que la archidiócesis de Getafe les solicitó. También siguieron con su cura personal el obligado y preceptivo cursillo matrimonial y las amonestaciones tendrían que haberse publicado en la parroquia de Aldea del Fresno como sería preceptivo.
