Gente
Los planes de la Reina Letizia para celebrar su 51º cumpleaños
Sin agenda oficial y liberada de compromisos, tiene la oportunidad de recibir en casa a la familia y los amigos
Doña Letizia abrió el lunes 11 el curso escolar en La Coruña para viajar dos días más tarde a Asturias, para inaugurar el curso de Formación Profesional en Langreo. Libre de compromisos, este viernes sopla las 51 velas de su tarta de cumpleaños. No es el caso del Rey Felipe, que ha recibido durante toda la semana audiencias oficiales en los diferentes palacios de Madrid (en el de la plaza de Oriente, en el de La Zarzuela y en El Pardo), donde ha estado recibiendo a los presidentes de las comunidades autónomas españolas.
Su esposa, por el contrario, ha despejado la agenda de actos oficiales y este viernes 15 lo deja libre de compromisos para celebrar su 51 cumpleaños. Esta vez con mucho tiempo para ella por estar las hijas fuera de casa, la mayor en Zaragoza y la pequeña en Gales. Hay padres que sufren el síndrome del nido vacío, que no tiene por qué ser el caso de Don Felipe y Doña Letizia. Una madre siempre está pendiente de los menús, salidas y entradas de los hijos aunque estén fuera de casa.
Su 51 cumpleaños será una celebración sin sobresaltos, ya que el año pasado con la muerte de la Reina Isabel II de Inglaterra y sus largos fastos post mortem empañaron un poco el cumpleaños de Letizia. No parecía correcta la celebración con jolgorio, propia de cumplir la media centena, en plenos funerales de un regio familiar.
En la biografía Letizia, una mujer real (editada por Harper Collins) que he publicado con motivo de su onomástica, se refleja su forma de enfocar la vida, sus gustos, aficiones, cumpleaños y dedicación. En sus páginas se descubre a una Letizia real con minúscula, de su época plebeya y Real con mayúsculas desde hace 21 años que entró en la Familia Real española. La transformación, los cambios, la evolución y la continuidad dinástica con Leonor y Sofía, que ha proporcionado la experiodista asturiana a la Institución que ocupa la Jefatura del Estado.
Doña Letizia, sin agenda oficial y liberada de compromisos, tiene oportunidad de recibir en casa a la familia y a los amigos y de agasajarlos con viandas, que incluso puede atreverse a cocinar porque no se le da mal la cocina y entiende mucho sin ser Cordon Bleu. Con ellos disfrutará de su largo medio siglo de vida.
También tiene mucho que celebrar: la felicidad de su madre con su novio británico-nigeriano, que no paran de viajar dado que tienen todo el tiempo libre, y las nuevas oportunidades que se le presentan a su hermana Telma después de un tiempo complicado.
También valorará el acercamiento, tan necesario, con su sobrina Carla Vigo Ortiz, un trocito de esa hermana ausente y que tanto se la recuerda y más en estos momentos de celebración. Y quién sabe si, en esta ocasión, distribuirá fotos costumbristas de la onomástica, dada la apertura fotográfica que han mostrado en los últimos meses con fotos más cercanas de ellos, al estilo de lo que llevan haciendo toda la vida los Príncipes de Gales.
Lo que es seguro es que no recibirá los dibujos que sus hijas y sobrinas le hacían cuando eran pequeñas o los cuentos ilustrados de su padre, que también tiene más tiempo dada su jubilación, pero sí esas sorpresas que le llegan por mensajero y que le compran online. Como decía Lampedusa, «que todo cambie para que todo siga igual».