El sentido homenaje de familiares y amigos a Pepe Domingo Castaño
La iglesia de los Jerónimos en Madrid acogió una misa a la que asistieron su viuda, María Teresa Vega, y sus dos hijos Hugo y Óscar
El pasado 17 de septiembre fue un día triste para el mundo del deporte y del periodismo. Pepe Domingo Castaño murió de forma repentina a los 80 años en el Hospital de la Zarzuela de Madrid, rodeado de los suyos. Después trascendió que la causa de su muerte fue un fallo multiorgánico causado por una septicemia derivada de una infección de garganta. Han pasado dos semanas y media desde su partida y, ahora amigos, familiares y compañeros de profesión se han reunido para darle un último adiós al maestro de las ondas. Su viuda, María Teresa Vega, y sus dos hijos, Hugo y Óscar han vuelto a recibir una oleada de cariño en uno de los momentos más complicados de sus vidas.
Hasta la Iglesia de los Jerónimos de Madrid se desplazaron numerosos rostros conocidos para rendir homenaje al difunto comunicador que tan eterno legado ha dejado. A este oficio religioso no faltaron los que fueron sus grandes aliados. El comentarista deportivo Juanma Castaño hizo acto de presencia junto a su pareja, Helena Condis. Se suman a la lista de famosos que estuvieron presentes en este último adiós el director deportivo del Real Madrid Emilio Butragueño, el locutor Manolo Lama y compañero de Pepe Domingo Castaño en Tiempo de Juego, y su fiel amigo de micrófonos Paco González.
Carmen Lomana también fue una de las asistentes al funeral, que se celebró en la más estricta intimidad después de la multitudinaria despedida que tuvo en la capilla ardiente en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón. Haciendo gala de su habitual naturalidad, la televisiva atendió con amabilidad a los medios congregados en el templo religioso y aseguró que Pepe era maravilloso en todos los sentidos y que para ella era un grandísimo amigo que siempre ha estado a su lado. «Si te tenía que echar una mano o defenderte no lo dudaba», recalcó la colaboradora, que también destacó lo gran profesional que era. «Tenía que haber vivido mucho más para seguir alegrándonos la vida», sentenció con tristeza.
Por su parte, Paco González no quiso dejar pasar la ocasión para deshacerse en halagos hacia Pepe Domingo Castaño. El comunicador aseguró que para él era como su padre, su hermano, su compañero, su maestro, pero, sobre todo, «un ejemplo de comportarse en la vida, con la gente, de ser humilde con los humildes, de no doblegarse ante los poderosos, era un ejemplo permanente». Del terreno profesional recalcó que era el número uno en todo y que para él era el mejor comunicador. «Le he visto hacer reír y llorar con palabras», destacó.
Segundos antes de marcharse añadió que hay «una cosa que han dicho en la homilía que me ha encantado: ‘Era feliz haciendo feliz’ y eso resume su vida perfectamente. A título personal y profesional el agujero es irreparable».