Así se lleva Ainhoa Armentia con los hijos de Urdangarin

A última hora del miércoles, Irene Urdangarin aterrizaba en el aeropuerto de Adolfo Suárez de Madrid, procedente de Ginebra, donde vive con su madre, para «estar en familia». La joven de 18 años decidía recientemente aplazar sus estudios universitarios en Hostelería y comenzar una etapa como cooperante.

Vestida de manera informal, llevando su propia maleta y acompañada de un supuesto guardaespaldas que la esperaba en la zona de llegadas, Irene Urdangarin se mostraba reticente al principio a responder a las preguntas de la prensa allí agolpada. Poco después, en cambio, y siguiendo el ejemplo de su hermano Pablo, el único sobrino de los Reyes que responde, acabó resignándose y contestando con escuetos «bien» y «todo bien» a las distintas cuestiones que le plantearon.

Una en concreto despertó la curiosidad de todos los presentes puesto que la hija de Iñaki Urdangarin afirmó, de forma concisa, que se llevaba bien con Ainhoa Armentia, la pareja de su padre. Los caminos de éste y la Infanta Cristina se ha separado de manera total, a falta de que firmen los papeles de divorcio, y eso implicaría que el exduque de Palma desea una buena relación entre la que ahora es su pareja y sus cuatro hijos.

El entorno de la familia asegura que la relación entre ellos es totalmente normal. Algo que termina con los rumores que evidenciaban un posible distanciamiento del exdeportista de sus hijos tras engañar a la Infanta Cristina. Lejos de posicionarse a favor de unos u otros, Miguel, Juan, Pablo e Irene respaldan la decisión de sus padres de divorciarse y les muestran su apoyo. A enero de 2023 se confirmaba que ninguno de los cuatro conocía formalmente a Armentia y, a día de hoy, tampoco se podría afirmar que la situación ha cambiado.

La reacción de la benjamina de la familia da a entender que sí, al igual que las continuas escapadas de Urdangarin y Armentia a la provincia de Girona, donde se les ha visto en Viladrau. Allí la familia Urdangarin poseía una casa familiar en la que solían pasar los veranos y, aunque con el tiempo llegaron a venderla, podrían tener alquilado un piso en el que quedarse y escapar de los focos. Su cercanía a la ciudad de Barcelona les permitiría, además, estar cerca también de Pablo Nicolás, que tiene su residencia en la Ciudad Condal desde que apostó por su carrera en el balonmano profesional.

Las fuentes que confirman la visita de Urdangarin a su hijo aseguran que también que el encuentro entre la novia y los hijos está cada vez más cerca, siendo una de las consecuencias directas de la firma del divorcio. Una vez ya no sean matrimonio, ambos tienen libertad absoluta para tratar con sus hijos como deseen. Cabe destacar que la Infanta Cristina nunca ha puesto oposición a que sus hijos la conozcan.

Su nueva vida en común

La firma del divorcio podría traer consigo una futura mudanza de la pareja a una casa compartida. De momento, han vuelto a coincidir en el entorno laboral tras la incorporación del exduque de Palma a la empresa en la que trabaja Armentia. Ambos forman parte de la plantilla de 22 empleados que componen la entidad situada a las afueras de Vitoria y dedicada al sector de la construcción, carreteras y autopistas, pero trabajan en distintos departamentos.

Mientras él está en la oficina, ella se dedica a estar en contacto con los proveedores y gestionar el funcionamiento de la empresa, informa Semana. Como un trabajador más, Iñaki acude todas las mañanas al despacho con su termo y su inseparable ordenador portátil. Una vez termina la jornada laboral, ambos disfrutan del afterwork antes de volver a casa. Cabe recordar que, Iñaki Urdangarin sigue viviendo con su madre, Claire Liebaert, mientras Ainhoa reside junto a los hijos fruto de la relación que mantuvo con su exmarido, Manuel Ruiz.