La cena secreta de la Reina Letizia con una de sus mejores amigas

Se va a cumplir una semana desde que la Reina Letizia sorprendió a Sonsoles Ónega en un momento clave en la vida profesional de la presentadora de televisión. El pasado sábado, 11 de noviembre, Sonsoles Ónega firmó su novela, Las hijas de la criada, con la que ha ganado el Premio Planeta 2023, en El Corte Inglés de Callao, en Madrid. Ajena a lo que iba a ocurrir en esa cita, la presentadora recibió la visita de la Reina, que aguardó, como el resto de los asistentes, una rigurosa cola de cuarenta minutos. Una vez llegó a la mesa, ambas se fundieron en un cálido abrazo que dejó patente el excelente vínculo que mantienen. Sin embargo, la declaración pública de amistad no terminó ahí, porque después se reencontraron de nuevo.

Una vez se despidieron de los lectores y de los fans, Doña Letizia y Sonsoles Ónega se vieron en una cena privada, asegura El Español. La Reina priorizó pasar más tiempo con la escritora antes que acudir a otros compromisos personales que tenía agendados. Era el momento de arropar a Sonsoles porque tan solo un día antes de aquel encuentro viral, el libro de Ónega, galardonado con el reconocimiento más importante de la literatura en España y una dotación económica de un millón de euros, recibió una dura crítica por parte de Jordi Gracia, ensayista y periodista del suplemento cultural Babelia, de El País.

Pese a que la Reina no suele mostrar de esta manera su afecto en público, en aquel momento mostró su faceta más cercana hasta la fecha con alguien de su entorno ajeno a la Familia Real española. Llamaron especial atención los gestos de Letizia hacia Sonsoles, repletos de cariño y admiración. Le apartó el flequillo de los ojos, le secó las lágrimas y se puso de cuclillas para calmarla ante el revuelo. Una estampa, sin duda, histórica. De alguna manera, Sonsoles quiso plasmar lo vivido en una dedicatoria que también vio la luz poco después: «Mi querida Let. ¡la que has liado!», se pudo leer al inicio del escrito, desvelando así también el cariñoso mote con el que llama a la consorte.

Hay que echar la vista atrás hasta 1999 para conocer el origen de la amistad entre Letizia y Sonsoles, cuando dos jóvenes periodistas con un brillante futuro por delante coincidieron en la redacción de CNN+. Tuvieron una conexión inmediata y dos décadas después ambas siguen forjando su eterno vínculo en la más estricta intimidad. De hecho, Sonsoles Ónega reveló, recientemente, que ella era una de las personas que sabían del compromiso entre el Rey Felipe y la Reina Letizia antes de que se hiciera público. Además, fue también una de las 34 testigos que formaron parte de la boda real el 22 de mayo de 2004.

Fue en Joaquín, el novato donde Ónega tuvo que admitirlo. «Claro que lo sabía», indicó para después añadir que fue un «shock para toda la profesión». «Una periodista enamora al príncipe de Asturias. Fue un terremoto brutal», continuó. Joaquín Sánchez, hilo conductor preguntó: «¿Ha cambiado algo?». «No ha cambiado nada, Joaquín. De verdad que no. Y es una buena amiga», explicó la periodista. Palabras que después cobrarían un mayor significado con su encuentro en el centro de la capital madrileña.