Las emotivas imágenes de un desmejorado Bruce Willis junto a una de sus hijas

El pasado jueves millones de estadounidenses celebraron el Día de Acción de Gracias por todo el país. La familia de Bruce Willis no fue para menos y, demostrando la buena relación que tienen, se reunieron en torno a una mesa en la que también estaba Demi Moore. La conexión entre ellos siempre ha sido buena, pero desde que la enfermedad llegara a la vida de Willis, Moore se ha volcado con el padre de sus hijas y han sido numerosas las muestras de apoyo públicas que ha expresado hacía él.

Ha sido la propia mujer del actor, Emma Heming, quien ha compartido una imagen de toda la familia en la que se ve al protagonista de La jungla de cristal rodeado de sus hijas. «Estoy agradecida de conocer este tipo de amor», ha señalado al tiempo que ha felicitado el Día de Acción de Gracias a todos sus seguidores.

Pese a la emotividad de la instantánea, ha sido un vídeo de una de sus hijas, Scout, de 32 años, el que realmente ha despertado la emoción entre los fans del actor. En él, Scout le tiende una mano a Bruce y él mira hacia abajo brevemente antes de deslizar la suya encima. En otro vídeo publicado en su cuenta de Instagram la hija de Bruce comparte cómo apoya su cabeza en la mano de su padre y este le vuelve a responder con otra caricia.

El pasado mes de febrero la familia compartía el diagnóstico que había recibido el actor casi un año después de retirarse de las pantallas. «Desde que anunciamos el diagnóstico de afasia de Bruce en la primavera de 2022, la condición médica de Bruce ha empeorado y ahora tenemos un diagnóstico más específico: demencia frontotemporal (conocida como FTD)», narraba su mujer. «Desafortunadamente, las dificultades en la comunicación son solo un síntoma de la enfermedad que enfrenta Bruce. Si bien esto es doloroso, es un alivio tener finalmente un diagnóstico claro», compartía.

A día de hoy, su memoria es frágil y prácticamente se ha «desvanecido», hasta el punto de que ya no reconoce ni a Demi Moore. No ocurre así con su mujer y sus hijas, a las que, de momento, sí conoce. Sin embargo, la enfermedad degenerativa va avanzando y el pronóstico no es alentador. Hace un mes, su amigo Glenn Gordon Caron reveló que ya no es capaz de comunicarse verbalmente. «Ha perdido la alegría de vivir. Tuve la sensación de que solo se dio cuenta de quién era yo los tres primeros minutos», explicaba. Sin cura para la enfermedad, la única esperanza que tiene su familia es que avance lo más lenta posible.