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El parentesco que une al Rey Juan Carlos con Teresa Urquijo
La futura mujer de Martínez-Almeida procede de una familia aristocrática bien posicionada en la Capital
A pesar de que el El Debate lo anunció en exclusiva el pasado mes de octubre, no ha sido hasta este 5 de enero cuando José Luis Martínez-Almeida anunciaba a través de una publicación en redes sociales que se casará con Teresa Urquijo el próximo 6 de abril. «Una vez me preguntaron por cuestiones sentimentales. Respondí que ni precipitarse ni resignarse, es obvio que no me he precipitado pero estaba casi resignado. Hasta que apareció ella. Y Teresa me ha dicho sí», ha escrito el político junto a una imagen en blanco y negro de la pareja en un paseo marítimo.
Su relación se hizo pública en junio y, desde entonces, ambos han intentado llevarla con la máxima discreción posible, pero sin ocultarse en ningún momento y acudiendo juntos a eventos tanto públicos como privados. Cuando se dio a conocer la identidad de la mujer que acabaría con la soltería del alcalde, lo primero que llamó la atención fue su diferencia de edad. A él, camino de cumplir los 49, y a ella, con 27, parece no importarles los comentarios en torno a ello.
La curiosidad generalizada por ella llevó también a analizar su abolengo aristocrático. Solo así pudimos conocer que Teresa Urquijo es familiar de los Borbón. En sus genes lleva el ADN de un ilustre de la medicina ya que su padre es bisnieto del médico y científico Gregorio Marañón. Por parte de madre, es hija de Beatriz Moreno, actualmente propietaria de una conocida escuela de encuadernación de libros que lleva su nombre en el madrileño barrio de Justicia. Si ascendemos en el árbol genealógico, nos encontramos a su abuela materna: Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, prima de Rey Juan Carlos y hermana del anterior duque de Calabria.
Es hija de Alfonso de Borbón de las Dos Sicilias, duque de Calabria, y Alicia de Borbón-Parma Habsburgo-Lorena, infanta de España, que falleció en 2017 a los 99 años. «Es una señora de admirar, la verdad. Viniendo de la realeza se pasa hasta 10 horas de jurado de campo, a la intemperie, llueva, truene o nieve. Con absoluta humildad, es una más», cuenta un antiguo conocido de la familia a Vanitatis.
Y es que el campo y los caballos siempre han sido su gran pasión. Cuando falleció su padre, heredó el hierro Flor de Lis, la marca ganadera que había fundado en 1941, y siempre que está allí trabaja tanto o más que el resto. En una ocasión, coincidió una cena de protocolo con el parto de una de sus yeguas. «Cuando palpé comprobé que tenía una pata por encima del cuello, así que tiré con fuerza para ponerla bien. Fue rápido. Cuando nació lo aparté para acariciarlo, lo dejé con su madre y me fui a dormir», contaba en 2017 en la revista Horse Press.
En este ambiente se ha criado Teresita, como se conoce a la pareja de Almeida en las distancias cortas de su familia. Acudía todos los fines de semana a montar a caballo a la finca de sus abuelos, El Canto de la Cruz, y coincidía con asiduidad con Felipe de Marichalar y Victoria Federica. Es ahí precisamente donde ahora dará el «sí, quiero» al alcalde. «Siempre soñó con casarse allí y así se lo ha repetido a su abuela» varias veces.
En su adorada finca, la princesa Teresa de Borbón, prima de Juan Carlos I y con tratamiento de Alteza Real, cría caballos purasangre árabe, de los más prestigiosos a nivel internacional con su Yeguada Flor de Lis. No hay nada que apasione más a Teresa de Borbón, pese a su avanzada edad, que trabajar en el campo, pasatiempo al que le ha dedicado la mayor parte de su vida.
En el plano familiar tanto ella como su marido Íñigo han tenido que hacer frente a la peor de las tragedias que puedan afrontar los padres: la muerte de un hijo. Los abuelos maternos de Teresa Urquijo han tenido que superar la muerte de dos de los siete que tienen: Fernando y Alfonso, tras un accidente de moto y un tumor cerebral respectivamente. Rodrigo, Alicia, Clara, Delia y la propia madre de Teresa han sido el gran apoyo de ambos en estos momentos.