Spa, patio interior y a 20.000 € el metro cuadrado: el exclusivo refugio de Marta Ortega en Madrid

Madre de familia numerosa y presidenta de Inditex, Marta Ortega ha conseguido compaginar a la perfección su rol familiar con el empresarial gracias a la herencia del imperio textil de su padre. Eso sí, para dirigir un emporio de tales características, la gallega vive a caballo entre La Coruña y Madrid, donde su lujosa casa en una zona exclusiva del centro nada tiene que envidiar al piso en el famoso paseo coruñés o al pazo de Aián de 16.000 metros cuadrados que adquirió el año pasado.

El piso en cuestión se encuentra en el edificio residencial Mabel Villa de París, propiedad de Mabel Capital, la firma de inversión privada en la que participan figuras notables como Rafa Nadal. Está situado en la calle General Castaños, con vistas a la Plaza Villa de París, en las inmediaciones del Tribunal Supremo y la Iglesia de Santa Bárbara. Una ubicación privilegiada a mano de la plaza de Colón, la calle Serrano o el paseo de Recoletos que podría justificar el pago de alrededor de 20.000 euros por metro cuadrado, convirtiéndolo en uno de los suelos más caros de la capital.

A pesar de su transformación en viviendas de lujo, el edificio histórico no ha perdido su fachada neoclásica original. Por dentro, en cambio, el lujo y la modernidad se distribuyen a lo largo de los 11 apartamentos de considerables dimensiones y con todas las necesidades que tanto Marta Ortega como Carlos Torreta tienen con sus hijos.

Nadie puede imaginar que tras esa fachada se encuentra un impresionante patio interior de suelos amarmolados donde la vegetación cubre las paredes como en muchos de estética parisina. Un oasis de paz alejado del bullicio de la ciudad al que Ortega y Torretta pueden acceder con su coches privados, garantizando en todo momento la intimidad a la par que la funcionalidad.

«Nos gustó el nombre y fue el punto de partida. En lugar de inspirarnos en el estilo madrileño pensamos en el estilo afrancesado pero siempre con una estética actual», explicó Michele Corbani, fundador del estudio Ilmidesign que se ha encargado del interiorismo. De esta forma, se estableció como punto en común a las cinco plantas que conforman el edificio para que fuesen predominantes los espacios amplios, los techos de más de tres metros con molduras ornamentales y abundante luz natural. De hecho, los suelos de madera bañados por el sol crean una atmósfera de calidez que aportan también elegancia y estilo.

El resultado son estancias que parecen auténticas galerías de arte con los tonos grises, blancos y negros como protagonistas. Todo ello bañado de una sobriedad minimalista en materia decorativa que viste cocina, baños, vestidor y habitaciones.

Y es que, pese a que las viviendas han sido creadas con un denominador común, todas ellas tiene una distribución distinta realizada a medida de los dueño. «No hay una sola estancia igual porque cada una se estudió con cada cliente. Algunas tienen una pequeña sala de cine, otras la cocina abierta, otras independiente...», señala su creador en una entrevista.

Además, la residencia incluye espacios comunes compartidos con un lujoso spa, dos plazas de aparcamiento por piso y un servicio de seguridad disponible las 24 horas del día. El gimnasio y la piscina recuperan el ladrillo y las bóvedas originales del edificio y son modernizados con cerrajería metálica o puertas de cristal de principios del siglo XX, convirtiéndolo en un vergel de paz en pleno de centro de Madrid.