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Norman Foster y Elena Ochoa, en una imagen de archivo

Norman Foster y Elena Ochoa, este fin de semana en MadridGTRES

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Así nació la historia de amor de Norman Foster y Elena Ochoa hace casi 30 años

Desde que iniciaron su relación, Elena y Norman, han disfrutado de una vida lujosa en Londres

El fin de semana pasado, Madrid fue testigo de una visita destacada en el mundo del arte: el matrimonio formado por la prestigiosa psicóloga y comisaria de arte contemporáneo española, Elena Ochoa, y el renombrado arquitecto británico Norman Foster. Durante su estancia en la capital española, los Foster se entregaron a una serie de compromisos, desde encuentros con personalidades de la realeza como Pablo y Marie Chantal de Grecia, hasta visitas a instituciones culturales reconocidas.

Entre los momentos más memorables se encuentra su visita a la Fundación Norman Foster, un espacio de investigación y educación arquitectónica en el barrio Chamberí, reflejando su compromiso con el avance del arte y la arquitectura contemporánea.

Pero su tiempo en Madrid no solo estuvo lleno de deberes profesionales; también se dieron el gusto de disfrutar de la gastronomía en restaurantes emblemáticos como La Parra y Numa Pompilio, en compañía de distinguidas personalidades como los príncipes helenos. Ahora que han regresado a nuestro país, surge la pregunta: ¿Cuál es la intrigante historia que hay detrás de esta pareja tan influyente?

Su apasionado romance

En un exquisito penthouse a orillas del río Támesis, en Londres, habita una de las parejas más influyentes en el ámbito del arte y la arquitectura: Elena Ochoa y Norman Foster. Desde este enclave exclusivo, esta pareja excepcional contempla la ciudad que ha sido testigo de su amor y sus triunfos, consolidando una relación estable a pesar de su diferencia de edad notable (él con 88 años y ella con 65).

Fruto de su unión han nacido dos hijos, Paola, de 25 años, y Eduardo, de 22 años, quienes comparten con sus padres un hogar diseñado por el propio Norman Foster.

Pero la historia de Elena y Norman tiene sus raíces en los años noventa, cuando se conocieron mientras ella enseñaba en el King's College de Londres tras su separación en 1994 del escritor, ensayista, articulista y urbanista Luis Racionero. Su romance culminó en una emotiva boda en 1996, una ceremonia íntima que solo compartieron con seis personas cercanas, pero que marcó el inicio de una nueva etapa en sus vidas.

Norman Foster y Elena Ochoa

Se conocieron mientras ella enseñaba en el Kings CollegeGTRES

Después de la boda, la pareja optó por una celebración más íntima en una pequeña ermita en las afueras de la ciudad, seguida de una elegante comida en una mansión cercana. Y más tarde, organizaron una espectacular fiesta de presentación para compartir su felicidad con amigos y conocidos, entre los que se encontraban destacadas personalidades de la sociedad española y mundial.

Pero antes de estos momentos memorables, Elena era conocida por su papel como presentadora del programa de televisión Hablemos de sexo, un espacio que cautivó a la audiencia con su enfoque fresco y su carisma único. Fue en este contexto donde su vida dio un giro inesperado al conocer a Norman Foster, cuyo genio creativo la cautivó desde el primer momento. Juntos, han construido un legado que perdurará en el tiempo, dejando una huella imborrable en el mundo del arte y la arquitectura.

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