Las tres frutas que la Reina Letizia evita en sus comidas

A pesar de que la decisión de Carlos III de prescindir de la piña en el banquete ofrecido durante la visita oficial de los emperadores de Japón podría obedecer a su empeño en luchar, incluso a través de los pequeños detalles, contra el cambio climático, son muchas las veces en las que las preferencias de los distintos miembros de la realeza en cuanto a los alimentos se han convertido en noticia. De hecho, el inesperado gesto del Rey, con el que ha roto una tradición que su madre siguió durante su larguísimo reinado, ha vuelto a poner de actualidad la dieta de una de las reinas más aclamadas de Europa: la Reina Letizia.

Hace ya años que se hizo público que, a fin de mantener no solo un espectacular aspecto físico sino también una salud de hierro, sigue la conocida como dieta Perricone. Un plan de alimentación, diseñado por el dermatólogo estadounidense Nicholas Perricone que tiene como pilar fundamental el cuidado de la piel a través de la alimentación: «Uno de mis máximos orgullos como médico e investigador es haber descubierto el papel de ciertos nutrientes clave y su impacto sobre la belleza, la salud y la longevidad. Cuando hablo de los superalimentos me refiero a aquellos con destacables propiedades antiinflamatorias, saludables y rejuvenecedoras, por desgracia muy olvidadas en el mundo de comida rápida y procesada de hoy».

Más allá de los alimentos en los que Doña Letizia basa su alimentación diaria, existen también importantes restricciones. Y si bien es lo normal en cualquier dieta, el evitar alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares, en la Perricone destaca la prohibición de tomar sandía, plátano y naranja. Tres frutas que, según Nicholas, a pesar de sus innumerables nutrientes, contienen demasiados azúcares y carbohidratos, además de tener una elevada densidad calórica.

La Reina Letizia no es el único rostro conocido que sigue esta dieta basada en una alimentación saludable. Eva Mendes, Uma Thurman o Gwyneth Paltrow son otras de las famosas adeptas de la dieta Perricone, en la que más allá de las prohibiciones mencionadas, destaca la recomendación de comer frutos rojos, pechuga de pavo, kiwi, huevos orgánicos , verduras verdes y frutos secos.

Más allá de la Perricone, Doña Letizia es una fiel seguidora de la dieta mediterránea. Cuando en 2015 fue nombrada Embajadora Especial para la nutrición por la ONU, la mujer de Felipe VI no dudó en ensalzar este tipo de alimentación, asegurando que era «el mejor ejemplo de alimentación saludable y sostenible». Unas pautas de alimentación que doña Letizia no solo aplica a la suya propia, sino que ha extendido también a la de sus hijas, hasta el punto de, según se publicó en su momento y confirmaron madres de compañeros de colegio de la Princesa y la Infanta, pedir mejoras en el menú escolar de las niñas, a fin de garantizar una dieta sana no solo para ellas sino también para el resto de escolares del centro.