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El origen español de Anne Hidalgo, la polémica alcaldesa de París
Fue elegida alcaldesa de la Ciudad de la Luz en 2014 y ejercerá de anfitriona en los Juegos Olímpicos
Este viernes 26 de julio de 2024, París comienza su papel como epicentro del deporte mundial con la inauguración de los esperadísimos Juegos Olímpicos, que llenarán la ciudad de magia hasta el 11 de agosto. La capital francesa, conocida por su historia rica y su elegancia, está lista para brillar con una celebración que promete atraer la mirada de todo el planeta.
Pero antes de que los atletas tomen el escenario, la alcaldesa Anne Hidalgo ha captado todos los focos de atención con un gesto que ha sido tan personal como simbólico. Con un entusiasmo contagioso y un traje de neopreno, Hidalgo se lanzó al Sena para cumplir su promesa de nadar en sus aguas, pero no estuvo exenta de polémica. El acto simbólico que rompió con un siglo de prohibición intentaba demostrar el buen estado de sus aguas, pese a que no superaran los criterios de calidad en varias ocasiones.
¿Pero quién es Anne Hidalgo? Nacida el 19 de junio de 1959 en San Fernando (Cádiz), su vida dio un giro importante cuando, a los dos años, su familia se mudó a Lyon. Ana se convirtió en Anne al obtener la nacionalidad francesa a los 14 años, un cambio de nombre que no fue su elección pero que se consolidó con el tiempo.
Creció en una familia con valores profundamente arraigados. Su madre, María Aleu, era una costurera dedicada. Su padre, Antonio Hidalgo, trabajaba como electricista y sindicalista en los astilleros de San Fernando.
Formada académicamente en Francia, Hidalgo se licenció en Ciencias Sociales y del Trabajo por la Universidad Jean-Moulin-Lyon-III. Posteriormente, obtuvo un Diplomado en Estudios Avanzados (DEA) en Derecho Social y Sindical por la Universidad de Nanterre, consolidando su formación en áreas fundamentales para su carrera política. Posteriormente, aprobó con éxito las oposiciones para Inspección de Trabajo.
Aunque extraña el cálido sol de Cádiz y los sabores de su infancia, como las deliciosas tortillitas de camarones y el pescaíto, ha encontrado en París su verdadero hogar. Desde su llegada a la capital francesa en busca de un futuro mejor, ha forjado una carrera impresionante, repleta de logros y dedicación. Su vida es un reflejo de una profunda mezcla entre compromiso político y pasión personal.
«¡Soy andaluza y los andaluces no son aburridos!» afirma con entusiasmo. A pesar de su conocida seriedad en el ámbito político, en su vida personal, Anne se divierte disfrutando de fiestas, rodeada de amigos y compartiendo tiempo con su familia. En una entrevista para El Mundo, expresó: «España ocupa un lugar muy importante en mi corazón. Me siento parisina, pero con raíces andaluzas, gaditanas y españolas. Son raíces fundamentales para mí. Mi tierra me ha dado un optimismo que me permite superar cualquier obstáculo que se presente».
Madre de tres hijos –Mathieu y Elsa de su primer matrimonio, y Arthur con su segundo esposo, Jean-Marc Germain– Anne ha sabido equilibrar su carrera con una vida familiar vibrante y llena de amor.