La Guardia Civil en los Juegos Olímpicos: «Los parisinos se acercan a darnos las gracias por estar aquí»

La escena es llamativa y se produce en Trocadero, corazón de este París olímpico que recibe su nombre de una batalla acaecida hace dos cientos años en la isla gaditana homónima. Las tropas francesas vencieron a las españolas en aquella ocasión. Ahora todos están en el mismo bando. Con la Torre Eiffel como incomparable fondo, cuatro agentes de la Guardia Civil y cuatro gendarmes franceses, formando una de las llamadas patrullas mixtas de seguridad ciudadana, velan porque todo este en orden. Hay una gran concentración de personas a la salida de una competición en las inmediaciones, y unos españoles exclaman al verlos, con ese patriotismo que a menudo se acrecienta en tierra extraña, «Viva la Guardia Civil».

No solo sus compatriotas se paran a saludar o a preguntar pidiendo ayuda sobre cómo ir a tal o cual sitio u pidiendo asistencia en otras cuestiones. Los cortes de tráfico continúan y la presencia de vallas en numerosas calles obliga constantemente a desvíos incluso a los viandantes. También algunos franceses, al reconocer sus uniformes verdes o sus banderas rojigualdas cosidas en la manga, se paran. «Son españoles, de la Guardia Civil, los vimos en Galicia cuando hicimos el Camino de Santiago», les explica un padre a sus hijos y a continuación solicitan a los agentes hacerse una foto con ellos con la emblemática dama de hierro de fondo y los carteles de las vallas de Paris2024. «Gracias, merci d'être à Paris, de travailler pour notre sécurité», dice el padre al marcharse.

«Nos hemos quedado sorprendidos con el gran conocimiento que hay en Paris de la Guardia Civil. Ningún otro cuerpo extranjero es tan conocido», explica a El Debate Natalia Rodríguez, una de las agentes de la patrulla mixta de seguridad ciudadana en Trocadero. Como sus compañeros, considera «una excelente oportunidad estar en París», donde viven estos días en primera persona «una excelente acogida, no solo de parisinos y visitantes extranjeros. Las autoridades francesas nos están tratando muy bien y es especialmente emocionante cuando, como ahora, se acercan franceses para darnos las gracias por estar aquí», añade Lázaro Sánchez, otro de los agentes beneméritos que estará en París hasta la conclusión de los Juegos. Durante los Paraolímpicos, vendrán otros efectivos, si bien, de menor entidad.

Los agentes forman parte de unos 1.750 miembros de las fuerzas de seguridad interior procedentes de unos cuarenta países que están en estos momentos en Francia como parte de un dispositivo sin precedentes formado por 45.000 agentes y 10.000 soldados del ejército francés. Entre los 31 estados europeos que participan en la misión figura España como primer contribuidor, con 287 miembros de la Guardia Civil y Policía Nacional y, seguido de Reino Unido, con 245, y Alemania, con 161.

En la recepción que los Reyes dieron a los deportistas, técnicas y voluntarios, en la Embajada, Don Felipe se refirió expresamente a los efectivos españoles que están apoyando a la seguridad de los Juegos, labor «que sin duda les agradecemos. Es verdad que hay una colaboración estrecha entre ambos países. No es algo nuevo ni ha costado hacerla, se llevan magníficamente bien», añadió.

La Guardia Civil aporta 143 miembros de un total de 287. Los agentes de la Benemérita proceden de unidades de seguridad ciudadana de todas las Comandancias de España, Servicio Cinológico (canes detectores explosivos), Agrupación de Tráfico, Fiscal y Fronteras, Tedax (desactivación de explosivos), grupo antiterrorista-GAR, Equipo PEGASO y Caballería. Aunque dan apoyo a diferentes actores de la seguridad pública francesa, hay que recordar que la Gendarmería es el único cuerpo policial francés que también tiene carácter militar, y con el que la Guardia Civil tiene lazos históricos de hermandad. Los guardias civiles operarán en un total de 17 ciudades francesas; entre ellas, París, que concentra el mayor número de efectivos.

«En el ámbito de las operaciones conjuntas policiales dentro de la Unión Europea, se trata del apoyo policial de la Guardia Civil de mayor entidad y complejidad realizado hasta la fecha», señala a El Debate el teniente coronel Miguel Cañellas, jefe del contingente de la Guardia Civil en apoyo a las autoridades francesas de Interior en los Juegos. El oficial español de mayor graduación sobre el terreno recuerda otras intervenciones recientes fuera de nuestras fronteras, como la Eurocopa en Alemania (2024), las Jornadas Mundiales de la Juventud en Portugal (2023) y la Cumbre Iberoamericana en Andorra (2021), así como el plan específico para el Camino de Santiago, llamado Plan de Seguridad Jacobea. La Guardia Civil es la Institución que proporciona el núcleo básico y fundamental de la seguridad pública en el Camino de Santiago, donde la presencia natural del Cuerpo corresponde al 92% del Camino. El Plan contribuye notablemente al fortalecimiento de la cooperación policial internacional y a la experiencia previa en el trabajo de patrullas mixtas como las desplegadas en los JJOO.

El teniente coronel Cañellas se encuentra hoy realizando labores de supervisión in situ en la Explanada de los Inválidos, otro de los centros neurálgicos del Paris olímpico por la presencia de importantes sedes deportivas. El lugar es referencia también para historiadores y hombres de armas. A nuestro alrededor, los imponentes edificios acogen la tumba de Napoleón, y de otros héroes militares, así como el Museo del Ejército. Tal vez, los postulados del arte de la guerra sigan inalterables desde los lejanísimos tiempos de Sun Tzu, pero los medios a su alcance sí parecen completamente transformados. «Utilizamos aplicaciones (apps) propias de la Guardia Civil que nos permiten visualizar la geolocalización de los distintos efectivos desplegados por toda Francia, además de servir para comunicación directa con los agentes», señala Cañellas. «El reto es tener unos JJOO tranquilos, y que los atletas y el deporte brillen por encima de todo», añade.

Se diría que ellos, desde esa discreción que comparten con la Policía Nacional, cuya presencia en Paris es igualmente meritoria, también están llamados a brillar en el año en el que la Guardia Civil conmemora su 180 aniversario sin solución de continuidad, si todo sigue con normalidad como hasta ahora. «Nuestra labor es callada, como es habitual, y las palabras de Su Majestad dichas en París, nos han servido para motivarnos aún más si cabe». Ante la pregunta, qué siente cuando los agentes son saludados con afecto o felicitados en calles tan emblemáticas como los Campos Elíseos o junto a la Torre Eiffel, el teniente coronel tira de Cartilla, centenario código de conducta de la Benemérita: «El guardia civil no hace más que cumplir con su deber; y si algo debe esperar de aquel a quien ha favorecido, debe ser solo un recuerdo de gratitud». De modo que interpreta que «las manifestaciones de apoyo y cariño que se nos transmiten en Francia por parte de ciudadanos franceses y españoles, pueden ser consecuencia que, en algún momento pasado, un guardia civil hizo bien su trabajo con esos ciudadanos que se cruzan con nosotros en las calles de Francia».