Borja Sémper, sus cariñosas palabras en recuerdo de su suegro

"Ha fallecido Juan Luis Goenaga, mi suegro y amigo.

«El artista total, el último bohemio», un hombre honesto y libre, como solo saben serlo los artistas de verdad.

Se nos va una parte del corazón, nos queda su obra, su inmenso recuerdo y su ejemplo humanista.

Goian bego".

Son palabras escritas por Borja Sémper en su red social X tras conocerse ayer la noticia de la muerte del padre de su mujer, Bárbara Goenaga.

El político del PP tras escribir esas bonitas palabras en memoria de su suegro, recibía rápidamente numerosos testimonios de condolencia, a través de la red social X y retuiteaba la cuentas de varias publicaciones con noticias que hacían referencia a la persona y a la obra del artista vasco.

Bárbara Goenaga también quiso compartir la triste noticia con sus seguidores de Instagram, con sentidas palabras y repasando los últimos momentos de la vida de su padre y dando las gracias al equipo médico y demás personas que lo atendieron hasta el final. En la familia, sabían que el desenlace final podía llegar en cualquier momento y así lo describe Bárbara en su Instagram: « Estos últimos tres años, han sido los mejores que hemos pasado juntos, paradójicamente. Duros y bonitos. Sabíamos que iba a llegar el día (tú nunca lo creíste y menos mal) y teníamos dos opciones: contárselo a la gente y vivir los últimos años en la enfermedad, o no contar nada a nadie y dedicarnos a exprimir la vida. Decidimos la segunda opción, y menos mal...», relata. «Se ha ido a las 13:13 de un martes y 13. Ahí. El tío», añade en su post Bárbara.

Su obra formó parte de la cinta de Woody Allen y el propio Juan Luis Goenaga recogía el momento del rodaje en su perfil de Instagram. La foto es en su atelier junto a Alain Bainee y Woody Allen filmando «Rifkin’s Festival» en Aitzeterdi, el caserío del siglo XV que funcionaba como taller y hogar del pintor y donde Allen rodó la cinta en el 2019. Woody Allen eligió más de 135 piezas de Juan Luis Goenaga para su último largometraje Rifkin’s Festival.

Goenaga pasó sus últimos años viviendo en Madrid, cerca de su hija y de sus nietos. Artista clave del expresionismo vasco, se movió entre la figuración y la abstracción. Pintó hasta que la enfermedad le venció a los 74 años. No le gustaban las entrevistas ni explicar su propia obra.

Bárbara Goenaga estaba muy unida a su padre. «Es probable que existan padres tan buenos, siiii... Pero mejores, es imposible...» escribía la actriz y diseñadora de joyas en 2016 en su perfil de Instagram con una foto de su padre y su marido.

En 2023, la propia Bárbara contaba que su padre llevaba desde niño «pintando obsesivamente cada día de su vida. Empezó a los cinco y a los siete ya usaba el petróleo. A los diecinueve conoció todos los grandes museos europeos, y había memorizado los trazos de los mejores cuadros de Van Gogh, Velázquez, Tiziano o Tintoretto… Su biblia fue el tratado del óleo. Pero también los libros sobre paleontología o arte rupestre».