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Enrique, el príncipe millonario y díscolo que cumple 40 lejos de casa
El «repuesto», como él mismo se define en su libro autobiográfico, cumple 40 años el próximo 15 de septiembre, lejos de su padre y de su hermano, y con una herencia millonaria bajo el brazo. Es el quinto en la línea de sucesión de la Corona británica
el hijo menor del rey Carlos III del Reino Unido y de su primera esposa, Diana, princesa de Gales, celebra su 40 cumpleaños a miles de kilómetros de su país natal y lejos de gran parte de su familia. Pagó un precio alto por su libertad deliberada. Renunció a los deberes de su cuna para vivir tranquilo con su mujer y sus dos hijos en los Estados Unidos. Dio la espalda a la 'Firma', pero no a la herencia.
Es miembro de la Familia Real británica y príncipe del Reino Unido desde su nacimiento. En 2018, tras su matrimonio con la actriz Meghan Markle, fue nombrado duque de Sussex por su abuela, la reina Isabel II. Un año después nació su primer hijo Archie Mountbatten-Windsor y a partir de entonces comenzaron los problemas graves. El 4 de junio de 2021 nació en un Hospital de Santa Bárbara en California su hija, Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, quien al igual que Archie fue elevada a princesa del Reino Unido de Gran Bretaña el Irlanda del Norte.
En el momento de nacer, Enrique ocupaba el tercer lugar en la línea de sucesión al trono británico. Sin embargo, tras los nacimientos de sus sobrinos, los príncipes Jorge, Carlota y Luis de Gales, y tras la muerte de la reina Isabel II, pasó a ocupar la quinta posición. Detrás de su hermano Guillermo y sus tres hijos.
Cuatro años lejos
La bomba informativa llegó en el año 2020, cuando él y su esposa, Meghan, duquesa de Sussex, 'dimitieron' como miembros activos de la Familia Real británica y decidieron buscarse la vida económicamente por su cuenta y riesgo. Un jarro de agua fría sobre una monarquía que se estremeció. Desde 1 de abril de 2020, no reciben el tratamiento ni el título de Altezas Reales y han dejado de estar financiados por la Corona. Y, desde 19 de febrero de 2021, no ejercen funciones reales en absoluto. Viajan por el mundo como estrellas, no como royals. Acaban de estar invitados por el Gobierno de Colombia.
Viven en California con sus dos hijos y hacen piruetas para mantener su elevado ritmo de vida. Su popularidad no ha descendido, pero si se ha desprestigiado. Sus negocios no son estables.
Intensa vida
Enrique Windsor es polémico desde la cuna, cuando los rumores sobre su color de pelo -pelirrojo- dieron origen a todo tipo de habladurías. Fue un adolescente polémico y sirvió en el ejercito siendo un militar también polémico. En su libro biográfico «En La Sombra» , confiesa su responsabilidad en la muerte de 25 talibanes tras su participación militar en Afganistán, diciendo que «no veía vidas, sino piezas de ajedrez», lo que provocó una vez más, una enorme polémica de alcance mundial.
Adoraba a su madre, Diana, princesa de Gales, quien falleció en París, Francia, el 31 de agosto de 1997, en un accidente de coche ocurrido en un túnel, nunca aclarado del todo. Un trauma difícil - imposible, quizás- de asumir. Hay quien dice que nunca lo superó y esa es la clave de su personalidad convulsa y su conducta díscola.
En marzo de 2014 creó los Juegos Invictus, para dar apoyo a veteranos de guerra, una iniciativa que 10 años después es el único vínculo público que le une con su lugar de nacimiento. Hay quien dice que Enrique -Harry- era el nieto favorito de Isabel II. Nunca se confirmó, pero la Reina le apoyó en momentos clave, como ocurrió en su entrada en el Ejército británico o cuando lanzó los Invictus. La Reina Isabel acogió a Meghan con cariño y le dio un trato preferente en algunas ocasiones como cuando le permitió estar presente en el encuentro familiar de Navidad de los Windsor sin haberse casado aún. Su entierro fue un momento clave, se volvieron a encontrar toda la familia, pero nada cambió.
La herencia que Enrique está a punto de recibir es un salvavidas. En unos días cumple 40 años y al cumplir esa edad, dicen que ya recibirá la segunda parte de la millonaria herencia de su bisabuela, que según 'Point the Vue' es de unos 24 millones de euros.
Una cifra suculenta que le permitirá vivir sin añorar económicamente los ingresos de la Casa Real británica. La Reina Madre -dicen- que organizó así el reparto de su fortuna, en diferido, para que el dinero que legó a sus bisnietos no sufriera la carga de pagar demasiados impuestos. La madre de Isabel II, a sus 94 años, firmó un seguro de vida de más de 20 millones de euros, que depositó en un fideicomiso disponible para todos sus bisnietos: Guillermo y Harry, sus primos Peter y Zara Phillips, Beatriz y Eugenia York, los dos hijos del duque de Edimburgo, Luisa y Jaime, y a los descendientes su segunda hija, la Princesa Margarita.
Elizabeth Bowes-Lyon falleció en marzo de 2002, y ahora Enrique, su bisnieto, heredará parte de su fortuna para mayor gloria de su bisabuela, esposa de Jorge VI, y reina consorte del Reino Unido entre 1936 y 1952. Llamada en familia «Gan-Gan», fue una Reina que en su día también, como su bisnieto Enrique, fue «el repuesto». Un lejano día, cuando nadie imaginaba que su cuñado el Rey Eduardo VIII iba abdicar. Pero abdicó y la bisabuela de Enrique, reinó contra todo pronóstico.