El asesinato más mediático llega a su fin casi 400 días después: cronología del caso Daniel Sancho

El caso más mediático del último año toca a su fin. Casi 400 días después de llegar a Tailandia, Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua. El joven de 30 años, hijo del actor Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, se ha situado en el último año en el epicentro de la actualidad internacional tras protagonizar uno de los sucesos más truculentos conocidos hasta la fecha. Hace un año y casi dos meses, Tailandia reportó el asesinato del cirujano colombiano de 44 años, Edwin Arrieta, en la isla de Koh Phangan. Desde entonces, se puso en marcha una investigación que apuntó desde el primer momento al chef español.

Tenemos que retroceder en un primer momento al pasado 31 de julio de 2023. Daniel Sancho y Edwin Arrieta llegan por separado a la isla de Koh Phangan, situada al sur del Golfo de Tailandia, donde habían quedado para celebrar la fiesta de la luna llena. Horas después, Daniel sería captado por las cámaras de un supermercado comprando una sierra, cuchillos, detergente y otros utensilios. Un día después, el 1 de agosto, sería el último al que se pudo ver a Arrieta con vida.

El trágico suceso acabaría teniendo lugar ese 2 de agosto –según la posterior declaración del español–, día en el que Sancho asesinó presuntamente al cirujano en la habitación de este, situada en el hotel Haada Salad Villa –un recinto de lujo del norte de la isla–. Una vez cometido el crimen, Sancho habría descuartizado al cirujano para, posteriormente, arrojar sus restos al mar. Para ello, el español pagó 1.000 dólares a una mujer por un kayak que utilizaría posteriormente para deshacerse de las distintas partes del cuerpo.

Tan solo un día después, ante las presiones de la familia de Arrieta, Sancho denunció la desaparición del cirujano, apareciendo en comisaria con varios cortes y arañazos. Esto no pasaría inadvertido para los agentes, quienes inician un extenso interrogatorio a Sancho al mismo tiempo que parte del cuerpo de Arrieta era localizado en un vertedero situado en el distrito Moo 4 de Koh Phangan. A pesar de las evidencias, la primera versión de Sancho es clara hasta el punto de negar su involucración en la desaparición del cirujano.

A pesar de sus evasivas, la investigación policial se estrechaba sobre el español. Todo acabaría desembocando en el derrumbe de este, quien tras varias horas de interrogatorio cambiaba su versión y reconocía el asesinato, alegando que mató a Arrieta por «celos» y tras ser amenazado.

Con la declaración del principal sospechoso sobre la mesa, los agentes recorrieron la isla –junto al propio Sancho– con el objetivo de reconstruir cada uno de los hechos que tuvieron lugar desde que ambos llegaran. Asimismo, el español hizo un dibujo en el que explicaba cómo descuartizó al cirujano.

De esta manera llegábamos al 7 de agosto de 2023, día en el que el magistrado decreta prisión preventiva para Sancho tras escuchar su declaración. En un primer momento se presentaron cargos de asesinato con premeditación y ocultación de pruebas, un delito que en Tailandia se castiga desde 20 años hasta cadena perpetua o pena de muerte. Al termino de ese día Sancho pasaría su primera noche entre rejas en el centro penitenciario de Koh Samui, situado en una isla cercana.

Tras una semana donde continuó la investigación de los hechos, tuvo lugar una rueda de prensa multitudinaria. La policía tailandesa informó de todos los detalles del caso, concluyendo que Sancho asesinó y descuartizó, presuntamente, a Arrieta: «Daniel tardó unas tres horas en descuartizar el cuerpo y se quedó una noche más en la habitación del hotel para limpiarlo todo». De igual manera, los agentes confirmaron que la causa de la muerte fue un apuñalamiento en la parte derecha del pecho. Con todo esto la Policía, en esta misma comparecencia, solicitó la pena de muerte para el presunto asesino.

Fueron días de completa incertidumbre, no solo para Daniel Sancho, sino para toda la familia. Así llegábamos al pasado 13 de noviembre, día en el que Sancho se declaraba no culpable del asesinato premeditado, aunque asumiendo su culpabilidad por descuartizar y ocultar el cuerpo del colombiano, cuya muerte fue —en palabras de Sancho— «un accidente».

Con el inicio del nuevo año Sancho cambiaba de estrategia y concedía su primera entrevista. El español rompía su silencio a tan solo un mes del inicio del juicio y, en declaraciones a la Agencia EFE, defendía que iba a ser absuelto.

9 de abril, inicio del juicio

De esta manera comenzaba el 9 de abril el juicio, que se extendió hasta principios de mayo. En dicho periplo, celebrado a puerta cerrada, se contó con más de medio centenar de testigos. A tan solo pocos días de que finalizara el juicio sería el propio Daniel Sancho quien tuvo que declarar, alegando que «Me puse de pie y le propiné un fuerte puñetazo en su cara con mi mano izquierda, lo que hizo que se cayera. Su cabeza se golpeó fuertemente con el lavabo, de forma que sangró, pero aún estaba consciente. Entonces Edwin me mordió el brazo izquierdo, y yo luché, agarré a Edwin, le levanté y le lancé con fuerza contra el lavabo, hasta que perdió el conocimiento».

De esta forma, el pasado 2 de mayo —tras casi un mes de vistas—, el juicio era visto para sentencia, siendo elegido este 29 de agosto como la fecha clave en la que se ha conocido la sentencia a cadena perpetua de Daniel Sancho.