Lo que no nos contaron de la Reina Sofía
Hija, nieta, esposa, hermana y madre de reyes, el profundo sentido del deber y el respeto a la Monarquía lo lleva en la sangre
Cada vez aprecio más la elegancia del silencio. La belleza de lo nunca dicho. Entre tanta maledicencia, ruido y obsesión por vivir en el pasado, mejor callar. Un día es Franco, al siguiente un amor prohibido del siglo pasado y ahora entran en escena el General Armada y Sabino Fernández Campo. Andamos ocupados en el ayer sin percatarnos de lo que vendrá mañana. Quedémonos con lo positivo. Lo que hizo el Rey Juan Carlos por este país y el papel impecable que ha desempeñado la Reina Sofía, quien merece todos nuestros respetos.
Hija, nieta, mujer, hermana y madre de reyes, el profundo sentido del deber y el respeto y admiración a la Monarquía lo lleva en la sangre. La primogénita de los Reyes de Grecia Pablo I y Federica pertenece a una de las Casas Reales más antiguas de Europa.Entre otras figuras históricas, desciende del káiser Guillermo II de Alemania o la Reina Victoria del Reino Unido. Doña Sofía es la persona más regia viva. Una mujer con mayúsculas que ha dedicado su vida a España.
El próximo 2 de noviembre cumplirá 86 años y sigue manteniendo una intensa actividad oficial. Entre los actos institucionales que el Rey Felipe delega en ella y los de la Fundación Reina Sofía, mantiene un agenda repleta de compromisos. Ostenta además la Presidencia de Honor de varias instituciones culturales y musicales, como la Escuela Superior de Música Reina Sofía. Jamás hemos visto en ella una mala cara o un gesto desabrido.
Su labor filantrópica también es digna de elogio. Ha visitado varios Bancos de Alimentos de distintas ciudades españolas, arrimando el hombro e interesándose de cómo puede ayudar. La hemos agachada y camisa de cuadros recogiendo basura en las playas de Mallorca o en la orilla del Manzanares en Madrid. Sonriendo, en la Caja Mágica, en la final del Open Tenis, apoyando el deporte.
Gracias a Dios, goza de una salud de hierro que le permite seguir al pie del cañón. Como cualquier persona de su edad, solo sufre algún achaque como el que le obligó a ingresar el pasado mes de abril. Una infección en el tracto urinario, que suele requerir el tratamiento de antibióticos, al ser causada, generalmente, por bacterias. A diferencia de su marido, quien ha sido sometido en los últimos años a varias intervenciones, la última vez que doña Sofía ingresó en un centro sanitario fue el 30 de enero de 1968 para dar a luz a su hijo pequeño, el rey Felipe.
A nivel familiar, es una hermana ejemplar, que dedica su cuidado y su cariño diario a su hermana, la Princesa Irene, quien vive con ella en Zarzuela, y cuya salud se ha deteriorado en los últimos años. Ejerce como entregada abuela, aconsejando y mostrando su cariño a sus ochos nietos. La hemos visto paseando con la Princesa Leonor, muy cómplices, este verano en Palma. Charlando con la Infanta Sofía. La relación con su cuñada la Infanta Margarita y familia Zurita es excelente. No se pierde ninguna celebración familiar.
Pero nadie quiere hablar de lo bueno. Las televisiones dedican horas y horas a la historia de la vedette. Hablemos de la Reina Sofía y subrayemos el inmenso papel que presta a la monarquía. Eso no nos lo cuentan.