La nueva vida de Cospedal tras su separación
A sus 58 años, la expolítica está feliz con su carrera como abogada en Madrid y su faceta de madre dedicada
María Dolores de Cospedal, exsecretaria general del Partido Popular y expresidenta de Castilla-La Mancha, está actualmente inmersa en una nueva etapa de su vida, marcada por cambios importantes tanto en lo personal como en lo profesional. Después de quince años de matrimonio, Cospedal ha confirmado su separación de Ignacio López del Hierro. «No hay ninguna historia más allá de las desavenencias en la convivencia», ha declarado a Vanitatis. Vamos, que no hay trapos sucios que lavar en público, simplemente la vida en pareja se complicó como pasa en los mejores hogares.
Lejos de quedarse quieta, María Dolores sigue trabajando. Como ella misma lo ha afirmado, su vida profesional sigue viento en popa. Tras dejar la política activa en 2018, Cospedal ha retomado con fuerza su carrera como abogada del Estado. Es socia del departamento de Procesal y Arbitraje de CMS Albiñana & Suárez de Lezo, y también preside el Instituto de Liderazgo Político, un proyecto de formación en colaboración con la Universidad Católica de Murcia y la fundación Konrad Adenauer. Así que, entre despachos y proyectos formativos, su agenda sigue tan apretada como en sus años de política.
Además, cuenta con su propio despacho en Madrid, desde el que sigue impartiendo justicia —y no nos referimos a sus míticas frases en el hemiciclo, sino a su labor como abogada de renombre. Aunque su vida profesional se desarrolla principalmente en la capital, no ha abandonado del todo Toledo, donde tiene una residencia que utiliza de vez en cuando para desconectar.
María Dolores de Cospedal ha vuelto a la soltería, aunque aún no se sabe si su corazón tiene ya un nuevo inquilino. Aunque los rumores sobre una posible nueva relación no han trascendido, por ahora parece que la política toledana está disfrutando de su independencia. Tras su divorcio, se especula que podría estar residiendo en un piso del exclusivo barrio de Salamanca, en Madrid, donde vivía con su exmarido. No obstante, sigue siendo propietaria de su impresionante cigarral en Toledo, una finca de más de 12.000 metros cuadrados que ha puesto en venta en varias ocasiones, con un precio que ronda los 1,7 millones de euros.
En el ámbito familiar, su hijo Ricardo, nacido en 2006, es su mayor orgullo y su compañero en el día a día. Con 18 años, actualmente estudia en Madrid, aunque no se conoce con exactitud qué carrera está cursando. Lo que sí se sabe es que recibió su educación en un colegio privado con una peculiaridad destacable: las clases se impartían en español, inglés y chino mandarín, lo que demuestra que el joven está muy bien preparado para el futuro. A pesar del amor que siente por su hijo, Cospedal ha expresado en varias ocasiones que preferiría que no siguiera sus pasos en la política. En una entrevista con Yo Dona, comentó: «Si quiere ser militante o parte de un proyecto político, bien, pero no que fuese su actividad principal», reconociendo los sacrificios que su carrera pública ha implicado para su familia.
Ahora que está soltera, parece tener más tiempo para dedicarse a sí misma, aunque sigue llevando una vida muy discreta. En una charla reveló algunos de sus gustos personales. Le encanta caminar para mantenerse activa, aunque tuvo que dejar el ballet debido a problemas en los meniscos. También disfruta de la gastronomía, y uno de sus lugares preferidos para saborear una buena comida es Arahy, un restaurante cerca de la Puerta de Alcalá.
Además, Cospedal tiene un lado práctico que pocos conocen: es una experta en montar muebles de Ikea, lo cual ha confesado con humor. Entre su pasión por la comida refinada y su habilidad para el bricolaje, queda claro que ha encontrado un equilibrio entre lo chic y lo funcional en su día a día.