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El escándalo de Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca, un año después
La exmujer de Cayetano Martínez de Irujo se mantiene al margen de la vida social con un perfil bajo sin precedentes
Ha pasado ya un año, pero Federico de Dinamarca sigueeen el centro de todas las miradas tras las fotografías donde aparece con Genoveva Casanova paseando por el centro de Madrid. Una conocida revista publicó un reportaje en el que se aseveraba que habían paseado juntos por el Parque El Retiro, que cenaron en El Corral de la Morería y que después se desplazaron al inmueble de la mexicana para pasar la noche. Entraron sobre la una de la madrugada y hasta las ocho de la mañana del día siguiente Federico de Dinamarca no abandonó la casa.
Tras salir de casa de Genoveva Casanova en el céntrico barrio de Retiro en torno a las ocho y media de la mañana caminó desorientado completamente solo, esperando que un coche llegue a recogerlo, algo inaudito para un heredero al trono de un reino. «Él puede no querer que se sepa lo que está haciendo pero la embajada y la Casa Real tienen la obligación de saber dónde está. Es el heredero. Es la seguridad de un reino. Si Leonor se echa un novio en Zaragoza y se va a pasar la noche en el barrio de Torrero, de la puerta no se mueve la seguridad», explica el periodista.
Desde entonces, los gestos del príncipe heredero y su esposa, Mary de Dinamarca, son analizados al milímetro. No lo mismo con Casanova, quién optó por abandonar la capital española y alejarse del foco mediático. Lo hizo al principio en el Palacio de Arbaisenea, una construcción del siglo XIX que Cayetano Martínez de Irujo heredó de su madre, la difunta duquesa de Alba.
Dada la buena relación existente con su exmarido –del que se separó hace 16 años y que salió en su defensa en más de una ocasión parece lógico pensar que le dejase esta mansión de San Sebastián que cuenta con 20.000 metros cuadrados de terreno, aunque la construcción ocupa tan solo 478. La espectacular vivienda está dividida en varias plantas en las que, además de habitaciones, salón, cocina y baños, hay bodega y capilla. Sin contar, además, con la segunda vivienda que utilizan los trabajadores de la propiedad.
«Quiero dejar bien claro que no tengo relación alguna con él, como se está dejando caer. Somos amigos y las fotos no demuestran nada. Salvo para quien quiera tergiversar las imágenes y ver donde no hay. Tenemos amigos comunes y yo no voy contando quiénes son mis amistades», aseguró la actriz mexicana antes de ver el reportaje.
Poco después, Margarita de Dinamarca dejaba en shock al mundo tras anunciar que abdicaba del trono. La monarca, que en discursos previos aseguró que su reinado sería de por vida, sorprendía durante su tradicional mensaje de Nochevieja su inminente salida de la corona danesa. «Le dejo el trono a mi hijo el Príncipe Heredero Federico», aseguraba a cámara, confirmando así una decisión que siempre había querido evitar.
Con su dignidad como figura pública en el punto de mira tras la publicación de las fotografías, la televisión pública danesa sacó a la luz una encuesta en la que desvelaba que el 38 % de sus ciudadanos consideraban que la Reina Margarita, la única mujer de sangre real que quedaba al frente de una Casa Real, era «la mejor representante de su corona». Sin embargo, Federico de Dinamarca lleva casi un año de reinado y, de momento, su pueblo está conforme.
Por otro lado, el tema generó tal repercusión que Genoveva Casanova afirmó estar «destrozada» a través de una persona de su círculo más íntimo. Tanto que, a pesar de que ha pasado ya un año desde la publicación de las fotos, continúa con un perfil bajo. «Los que han entendido mi ausencia y mi silencio, y los que me han hecho llegar mensajes de cariño y de apoyo. No se imaginan lo importante que ha sido eso para mí… ¡Mil gracias de corazón!», afirmaba. Las únicas fotografías que se tienen de ella han sido de su participación en El Desafío y de un viaje que realizó con sus compañeros de este programa a Sri Lanka.