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Mette-Marit de Noruega visita a su hijo Marius en Londres tras ingresar en una clínica de desintoxicación
Fue Haakon de Noruega quien se trasladó con el joven para ayudarle a instalarse. Ahora, se une la Princesa a la ecuación
No corren buenos tiempos para la familia real noruega y menos aún para la Princesa Mette-Marit. Si no tuviera suficiente con tener que vivir con la fibrosis pulmonar crónica, la enfermedad progresiva que causa daño a los pulmones y le dificulta respirar, ahora tiene que hacer frente a las adicciones de su hijo, Marius Borg. El apodado por la prensa del país como el hijo díscolo de la nobleza, siempre ha estado en el punto de mira por sus continuas polémicas.
Sin embargo, el colmo llegó el pasado mes de agosto cuando fue detenido por agredir supuestamente a una mujer a la que provocó una grave conmoción cerebral. La detención desencadenó una oleada de críticas que se volvieron más potentes cuando el afectado confesó que atribuía los daños corporales a estar «intoxicado con alcohol y cocaína».
«Tengo varias enfermedades mentales que hacen que a lo largo de mi infancia y mi vida adulta haya tenido y siga teniendo problemas. He luchado con el abuso de sustancias durante mucho tiempo, por lo que he estado en tratamiento anteriormente. Ahora retomaré este tratamiento y me lo tomaré muy en serio», explicó.
Y dicho y hecho. Hace unos días, el joven de 21 años ingresó en una clínica de desintoxicación londinense en compañía de Haakon de Noruega. Aunque no es su padre biológico, Marius le considera como tal. No hay que olvidar que, cuando Mette-Marit llegó a la familia no era más que una joven plebeya madre de un niño de apenas dos años cuyo padre estaba encarcelado por tráfico de drogas.
Los dos cogieron un avión el jueves 7 de noviembre a última hora de la tarde para desplazarse a la ciudad del Támesis, según el medio local Se og Hor. Lo hicieron en un vuelo regular al que llegaron los últimos, algo que es habitual por motivos de seguridad. El Palacio excusó al Príncipe de sus deberes reales alegando «motivos privados». «Nosotros, como familia, tratamos de cuidarnos unos a otros», reconocía Haakon de Noruega en un evento días antes.
Al día siguiente se reunió con ellos Mette-Marit y los tres se dirigieron, antes de poner rumbo a la clínica, a un centro comercial para realizar algunas compras necesarias.
En septiembre las aguas habían vuelto a su cauce en las últimas semanas, cuando la familia real noruega le borró por completo del mapa. Sin embargo, el periódico Se og Hør acaba de dar a conocer varias informaciones que vuelven a mostrar una imagen del joven que dista bastante del 'Príncipe sin título' que estaba llamado a ser.
Según han publicado, recibió en la residencia real de Skaugum donde su madre vive con Haakon de Noruega y sus tres hermanos a varias amigos «con antecedentes importantes» que llegaron a pasear en segway por la residencia privada de los Reyes. Además, utilizaron tarjetas de crédito emitidas a nombre de la Corona y consumieron alcohol y drogas que han derivado en el robo de valiosos objetos de plata. Los presuntos ladrones intentaron vender de forma ilegal los objetos sustraídos a través de una casa de subastas.
La publicación va acompañada de una serie de imágenes compartidas por ellos mismos en redes sociales y que prueban a la perfección la veracidad de su actos. En una de ellas, por ejemplo, se ve un coche completamente abollado después de que el hijo de la Princesa lo estrellase en el interior de la finca. Conviene recordar que el año pasado, de hecho, fue detenido y acusado por conducción temeraria tras publicar un vídeo conduciendo a alta velocidad por las carreteras noruegas colindantes a su casa.