Tomelloso, un pueblo con irresistible atractivo que Cervantes sí querría recordar
Sorprendentes cuevas y monumentos, pintorescos museos, excelentes vinos y una variada gastronomía conforman una oferta en la que no faltan interesantes experiencias que te harán disfrutar
Enclavado en el centro de La Mancha, Tomelloso es un pueblo con identidad propia y con un irresistible atractivo para el visitante. Esta joya escondida ofrece una mezcla perfecta de cultura, gastronomía y naturaleza a la que es difícil no engancharse. En definitiva, Tomelloso es un lugar del que, sin duda alguna, sí querría acordarse Miguel de Cervantes y cualquier persona que visite esta ciudad.
Conocer Tomelloso es sumergirse en un mar de experiencias y sensaciones únicas y diferentes, es vibrar con la riqueza cultural de sus museos y monumentos, viajar al pasado a través de sus cautivadoras cuevas subterráneas, deleitarse con la exquisita gastronomía manchega y descubrir los arrolladores motivos por los que esta tierra ha sido cuna y musa de grandes escritores y pintores.
Tomelloso seduce y, por eso, constituye el destino perfecto para una escapada de fin de semana.
Antes de adentrarte en el corazón de Tomelloso, te sorprenderán los paisajes de vides que rodean la localidad y los llamativos bombos, construcciones arquitectónicas rústicas de carácter agrícola fabricados de forma natural con piedras del lugar, que servían de vivienda y refugio durante las faenas del campo. Actualmente, hay más de 90 en perfectas condiciones.
Una réplica la encontramos en el Museo del Carro y Aperos de Labranza, donde se puede conocer la historia agrícola de la región a través de una impresionante colección de carros y herramientas tradicionales.
Posada de los Portales
Entre las joyas histórico-culturales que alberga Tomelloso, se encuentra la Posada de los Portales, un emblemático edificio del siglo XVIII declarado Monumento Histórico-Artístico, que fue albergue-posada de viajeros y caballerías hasta los años setenta, momento en el que fue adquirido por el Ayuntamiento y convertido en centro cultural. Las galerías de balaustres al estilo de las corralas de comedias y las vigas de madera del techo hacen que este lugar sea parada obligada para todo el visitante. Junto al llamativo Ayuntamiento y a la Iglesia Parroquial de principios del siglo XVII convierten a la plaza en seña identificativa de la ciudad.
Los amantes del arte y de la cultura podrán deleitarse con los cuadros donados por el gran pintor Antonio López Torres en el museo que lleva su nombre y las obras del Museo de Arte Contemporáneo Infanta Elena. Dos pinacotecas de alto valor artístico que aúnan tradición y modernidad y que nada envidian a otros museos de renombre. Impresionante también resulta el conjunto escultórico ‘Carmen Dormida, Carmen Despierta’ del ilustre tomellosero Antonio López García, una obra que puede contemplarse en el entorno del Museo de su tío, Antonio López Torres.
Las cuevas
Y si hay algo que sorprende es la visita a las cuevas del subsuelo de Tomelloso, lugares que se construían bajo las casas, destinados a hacer y almacenar vino. Un rico y vasto patrimonio compuesto por unas 2.200 cuevas que sigue acaparando la atención del visitante. La experiencia enológica puede completarse con la visita a algunas de las bodegas de la localidad y la cata y degustación de sus vinos.
Tomelloso también ofrece magníficas experiencias gastronómicas y de ocio. Disfrutar de platos típicos manchegos o de cocina de autor, saborear las pizzas que se alzaron con el premio en los campeonatos del mundo, recorrer el renovado mercado con sus vinotecas y cocina en vivo, son algunas de ellas.
Pasear por las calles del centro, admirar las esbeltas chimeneas de las antiguas fábricas de alcohol, entrar en los comercios para adquirir productos artesanos o dulces típicos, son otras propuestas muy apetecibles. Y si la visita coincide con la celebración de fiestas, tradiciones o eventos especiales, las posibilidades se multiplican exponencialmente.
Por último, cabe destacar la variedad de opciones de alojamiento que existe en la localidad, desde hoteles boutique hasta casas rurales, espacios acogedores que aseguran una estancia cómoda e inolvidable.