El motivo del gran disgusto de Meghan Markle

"En 2015, adopté un beagle de un rescate de perros en Canadá. Había estado en un refugio en Kentucky y le dieron unos días de vida. Lo abalancé... y me enamoré.

Si me seguiste en Instagram hace tiempo, vísteis mucho de él. Él estaba conmigo en Suits, estaba cuando me comprometí, y luego me casé, y cuando me convertí en madre... estuvo conmigo para todo: la tranquilidad, el caos, la calma, el consuelo.

Sufrió un terrible accidente poco antes de que me mudara al Reino Unido, que le hizo someterse a cirugías durante varios meses y sin poder salir de la clínica. Los médicos dijeron que nunca volvería a caminar, pero el Dr. Noel Fitzpatrick dijo que podía hacerlo. H y yo conduciríamos tarde en la noche, después de horas, para ver a Guy mientras se recuperaba en Surrey durante meses y meses.

He llorado demasiadas lágrimas como para contarlas; el tipo de lágrimas que te hacen meterte en la ducha con la esperanza absurda de que el agua corriente en tu cara de alguna manera te haga no sentirlas, o fingir que no están allí. Pero lo son. Y eso es bueno también".

Es el testimonio conmovedor escrito por Meghan Markle para dar a conocer la triste noticia de la muerte de su perro. Y compartirla con todos sus seguidores ilustrando un bonito video familiar.

Unas letras que comparte en Instagram junto a un video en el que salen sus dos hijos y su marido, el Príncipe Harry, jugando con la mascota que acaban de perder. Un gran disgusto que sólo quienes tienen perro lo pueden entender.

Un video que es el tercer contenido que la duquesa de Sussex publica en su perfil personal de Instagram. Un perfil que ha reabierto para dar a conocer su nuevo trabajo como cocinera frente a las cámaras de Neflix. Un trabajo que estrena el próximo día 15.