
Marta Ortega
¿Qué se come en la sede de Inditex?
Ni latas, ni plásticos, ni productos congelados, ni ultraprocesados. La mayoría son alimentos frescos y de proximidad. Los vasos son de cristal y las servilletas de papel reciclado
Huertas propias y producto de proximidad, como por ejemplo el pollo de corral que cría David Sueiro. El comedor de la empresa sirve 1,5 millones de comidas al año y genera más de nueve millones en la economía local. Un comedor que disfruta el propio Amancio Ortega, quien sale de su casa rumbo a la sede cada mañana temprano y regresa a media tarde, tras pasar la jornada en Arteixo y hacer una visita, a veces, a su hermana Josefa. Incluso los días festivos. «Es su manera de disfrutar, trabajando», según confiesa su propia esposa Flora Pérez.
Comedores ejemplares
En la sede de la empresa se come sano y rico. La ecología es la gran apuesta de presente y de futuro. Una apuesta por los proveedores de kilómetro cero, con la mirada puesta en el bajo impacto medioambiental y en el desperdicio de alimentos. Como, por ejemplo, los pollos, huevos y gallinas de Galo Celta que se consumen en el comedor a diario y que iban este año, en conserva, en la cesta de Navidad de la compañía. «Me descubrieron haciendo mercadillos en La Coruña. Y esta Navidad preparé 60 mil unidades de gallina, criada sin prisa y con alimentación sin aditivos», explica el joven emprendedor propietario de una explotación que abrió hace 12 años en Vila de Cruces, Pontevedra, junto al Ulla. Sus gallinas, pulardas y pollos se exportan incluso a Emiratos Árabes.
Inditex cuenta con seis restaurantes que dan de comer a 5.500 usuarios diarios. Esto supone 1,5 millones de cubiertos al año, es decir, un impacto socioeconómico de nueve millones de euros al año. El 85% de las compras se realizan a empresas gallegas y el 55% de los productos son de pequeños productores locales. Todo esto, según explicó Senén Barral, responsable de restauración de Inditex, en Madrid Fusión es «un importante ahorro económico en embalajes, transporte y CO2». Un desafío ecológico en el que trabaja Inditex sin tregua.
En los locales de Madrid, Barcelona o Zaragoza, donde sirven 6.500 comidas diarias, intentan aplicar el mismo modelo que en Galicia. En total, 12.000 cubiertos diarios. «La clave son los proveedores pequeños. Programamos con ellos sus cosechas y el cebado de los animales. Parece difícil, pero no lo es», añadió Barral en su conferencia.El truco
No consumen siempre lo más bonito estéticamente. Por ejemplo, en frutas y verduras, desde 2018 ahorran entre un 30 y un 80%. «Cuando vamos a las huertas, los agricultores nos enseñan la parte central, lo mejor de su producto; pero si vamos al lateral, a los bordes, ves el producto feo, imperfecto, el que se malvende y al que nosotros queremos revalorizar. Es más feo, tiene un color diferente, pero es perfecto», agregó el directivo. Son productos que por su aspecto o forma no llegarían nunca al supermercado, pero que mantienen sus propiedades.

Nuevo edificio de Inditex para la sede de Zara en Arteixo (La Coruña)
En la sede central de Galicia el agua es crucial. En las gigantescas instalaciones hay una zona de lavado de vegetales, donde usan 3.000 litros de agua al día que reconducen a sus propios depósitos donde se recuperan un millón de litros.
Agua que utilizan posteriormente para darse un uso como por ejemplo para limpiar garajes y baños o para regar. Otro asunto que preocupa en Inditex es el tema del embalaje. Se suprimieron las cajas de plástico, en la medida de lo posible. Y los vasos son de cristal siempre. Las cápsulas de café no existen y se consume café de especialidad. Igual que en la sede de la Fundacion Marta Ortega en el centro de la ciudad coruñesa. Los jueves además Inditex celebra un mercadillo de productos de kilómetro cero y los trabajadores pueden llevarse su comida saludable a casa.