
Anabel Pantoja
La rutina de Anabel Pantoja y su bebé en tiempos difíciles
El pasado 27 de enero la pequeña Alma recibió el alta médica tras pasar 18 días ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Materno Infantil de Gran Canaria
Cuando todo parecía que iba bien en la vida de la Anabel, la sobrina de Isabel Pantoja, las cosas se complicaron más que nunca. El pasado 27 de enero la pequeña Alma recibió el alta médica tras pasar 18 días ingresada en la Unidad de Medicina Intensiva (UMI) del Hospital Universitario Materno Infantil de Gran Canaria. Y la pesadilla comenzaba tras esa buena noticia.

Anabel Pantoja y su bebé
La sombra de la sospecha sobre un posible maltrato infantil cayó sobre la joven y su pareja, tras emitirse un comunicado del Tribunal Superior de Justicia de Canarias donde se explicaba que se había iniciado una investigación sobre el origen de las lesiones de la pequeña Alma.
«La intervención de la Justicia está motivada por la remisión del centro médico al juzgado de guardia de un parte de lesiones sobre el estado de la menor, fechado a 17 de enero», indica el comunicado. Según contó la propia Anabel Pantoja en un video, su hija sufrió una crisis puntual el 9 de enero y durante el ingreso el equipo médico activó el protocolo.

Anabel Pantoja y David Rodríguez
Algunas informaciones apunta a David Rodríguez como el principal responsable del delicado asunto. Un dato que preocuparía mucho a la sobrina de la Pantoja que este lunes quiso demostrar su unión a través de su red social en la que tiene 2 millones de seguidores publicando imágenes juntos. La representante de Anabel Pantoja ha declinado hacer declaraciones. El Juzgado de Instrucción número 4 de San Bartolomé de Tirajana, en Mogán, donde reside la pareja, es el que lleva la investigación abierta por las lesiones que presentó la hija de la pareja, como informa Canarias 7.

Imagen del Instagram de Anabel Pantoja
La vida de Anabel y su familia es muy discreta en estos momentos inciertos. En Canarias, en su domicilio con su pareja y su hija, vive prácticamente recluída, recibe visitas de sus amigos cercanos y disfuta comiendo lentejas. Su madre, Merchi está muy pendiente de su hija y no hace declaraciones a la prensa. Mientras, un equipo legal trabaja en Madrid para controlar la situación. Una situación preocupante que no sabemos cómo terminará. De momento, la alegría de la pareja se ha convertido en el mayor disgusto de sus vidas.