La emoción de Fabiola Martínez al recordar su dolorosa infancia

Madre luchadora y comunicadora, así se presenta Fabiola Martínez en su Instagram. A partir de ahora, a sus 52 años, también es autora. Acaba de publicar su primer libro, Cuando el silencio no es una opción, donde cuenta sus recuerdos más dolosoros de infancia. Un testimonio sincero en primera persona sobre los abusos sexuales que sufrió durante diez años. No pudo evitar las lágrimas durante la presentación este miércoles. Reconoce que tenía que contarlo para poder sanarse. El proceso fue largo, duró más de un año.

«Fui una niña a quien le robaron su infancia y que tuvo que aprender a ser fuerte demasiado pronto. Guardé en secreto un drama que me llenó de dolor y me marcó para siempre», revela. Le resulta difícil hablar del tema, pero desde los cinco hasta los quince años sufrió abusos en el ámbito familiar. «Todavía estoy en proceso de entender cosas; yo a mis padres los quiero mucho, pero estamos sanando la relación, estamos reconciliándonos», reconoce.

Un libro que es el testimonio valiente de una mujer que se crio en Maracaibo, Venezuela, en una familia humilde. Desde los cinco años sufrió abusos sexuales, trauma que la sigue acompañando a día de hoy. Fabiola confiesa que ahora es cuando descubrió, tras ser madre de dos varones, el verdadero significado del amor y eso le sirvió para encontrar la confianza en sí misma necesaria para escribir su propio relato. Bertín si era consciente de esta historia triste, porque «yo se lo expliqué. No era un tema del que hablaramos. Nunca indagó», comenta.

Cuando el silencio no es una opción es una historia inspiradora sobre la importancia de la resiliencia y el valor que tiene enfrentarse a nuestros miedos para sanar las heridas del pasado. «La resiliencia, la fortaleza se desarrolla. Todos tenemos esa capacidad», reconoce la autora.

La historia

Su hijo Carlos conoce la historia de primera mano. Su madre se lo explicó y Fabiola reconoce que fue una buena decisión para entender mejor los lazos de su familia materna. «Le conté que yo había sufrido abuso de pequeña. Se quedó impactado y me dio un abrazo...», relata entre lágrimas.

Un libro liberador y que esta pensado para ayudar, porque Fabiola quiere que sirva de ejemplo para otras mujeres en situaciones similares. «Mi objetivo principal es ese», dice, pero «no quiero que se quede sólo en un libro. Es el momento para que este tema se ponga encima de la mesa en cualquier familia». Es un relato degarrador de los momentos complicados de su infancia en Venezuela. «Cuando me separo de Bertín, es cuando me doy cuanta de que necesito resolver algo que pensé que estaba superado. Batallas con la vergüenza y con la culpa mucho tiempo; pero con ayuda profesional de Marián Rojas, lo superé». «A los niños hay que protegerlos», dice con rotundidad.