
Richard Gere y Alejandra Silva, en su casa de La Moraleja
Richard Gere y Alejandra Silva descubren cómo es su casa por dentro
La empresaria ha celebrado su 42º cumpleaños y ha mostrado el interior de su mansión en La Moraleja
Alejandra Gere celebró su 42 cumpleaños por todo lo alto en su mansión de La Moraleja, un lugar que parece más un paraíso que una casa. Con 800 metros cuadrados de vivienda y un terreno de 3.000 metros cuadrados, no le falta espacio para disfrutar con sus dos hijos, Alexander y James, nacidos en 2019 y 2020, respectivamente. En sus redes sociales, la empresaria y activista española compartió un vistazo de la fiesta, pero lo que realmente ha cautivado a todos es la decoración de su hogar, que se aleja del minimalismo y se acerca más a un estilo clásico. En líneas generales, el diseño combina la base del blanco con madera y tonos marrones, creando una fusión perfecta del estilo rústico moderno.
Empezamos por el jardín, que es el espacio donde realmente se vive la magia de la casa. El jardín exterior parece sacado de una película, con césped verde, árboles gigantes que podrían ser olivos, bancos de madera, pintados en color blanco, cuidadosamente ubicados y largas mesas listas para recibir a los invitados. Todo se combina para crear un ambiente perfecto para una celebración en familia. La luz del sol radiante ilumina el espacio, brindando calidez y armonía, mientras Alejandra, como anfitriona ideal, se muestra feliz repartiendo alegría entre los asistentes.

Alejandra Silva
El porche, por otro lado, destaca por sus columnas con un acabado que parece de piedra o cemento. Estas columnas, altas y sencillas, añaden un aire robusto y clásico al lugar. Con un diseño sin detalles excesivos, logran integrarse perfectamente con el entorno exterior, sin restar protagonismo al jardín.
El encanto de la casa no se limita solo al exterior. Dentro, Richard Gere añade su toque musical al ambiente, tocando la guitarra en lo que parece ser un salón o dormitorio. El espacio interior combina de manera perfecta lo neoclásico con lo contemporáneo. Las paredes, cubiertas con papel pintado a rayas en tonos suaves de blanco y gris, crean un ambiente cómodo, relajado y luminoso.
Richard Gere, tocando la guitarra
Pero lo que realmente nos gusta de esta habitación son los detalles. Estantes llenos de libros y figuras decorativas, algunas de ellas casi místicas, como estatuillas budistas o elefantes que evocan la sabiduría de lugares como Nepal, India o el Tíbet. La pareja, defensora de los derechos humanos y apasionada por los viajes a sitios exóticos, ha llevado consigo fragmentos de esas culturas en su hogar. Richard Gere, en particular, ha viajado a Nepal e India desde la década de 1970, donde se reunió con monjes budistas tibetanos.
Su casa no es solo un refugio, sino también un pedazo del mundo que han traído a su salón. Y como toque final, ese sillón blanco con su manta protectora, que podría parecer que está allí para mantenerlo limpio, especialmente teniendo en cuenta que los niños pequeños pueden hacer travesuras y manchar el sofá.

Los dos hijos de Richard Gere y Alejandra Silva
Por último, la cocina, con un toque rústico, refleja el auténtico estilo español. La isla central y las sillas de madera aportan un aire tradicional. El suelo, que combina baldosas de terracota y madera, nos recuerda al de las casas de campo, creando un ambiente clásico y natural. Los pequeños detalles, como el jarrón con flores frescas que se ve al fondo, añaden frescura y vida al espacio. Y si miramos de cerca, las paredes parecen contar historias, con fotos familiares que dan un toque personal, y tal vez hasta algún dibujo de los hijos.