
Carlos III, saliendo de Clarence House
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El plan de Carlos III tras recibir el alta hospitalaria
El Rey sufrió una recaída en su tratamiento contra el cáncer, sufriendo efectos secundarios como «escalofríos, fiebre, malestar o náuseas»
El Rey Carlos III abandonó este viernes su residencia de Londres en coche, sonriente, tras pasar el jueves un control en un hospital, afectado por «efectos secundarios» relacionados con el tratamiento contra el cáncer que padece. Tras este susto, que una fuente cercana a la realeza describió como «un pequeño bache en un camino que claramente va en la dirección correcta», el monarca canceló todos sus compromisos del jueves por la tarde y también los actos programados el viernes.
El Rey estaba siendo sometido el jueves por la mañana a sus cuidados semanales contra el cáncer cuando se vio afectado por «efectos secundarios» relacionados con el tratamiento. La Reina Camila no estaba con él cuando acudió al hospital. El soberano fue puesto «brevemente en observación» en la London Clinic, donde recibe tratamiento desde que le fuera diagnosticada la enfermedad en febrero de 2024.
Tras su paso por el hospital, regresó a su residencia londinense de Clarence House y, siguiendo el consejo de sus médicos, canceló sus compromisos de la tarde del jueves «como medida de precaución». Ese día debía recibir las credenciales de tres embajadores. También anuló sus cuatro actos programados el viernes en Birmingham, 200 kilómetros al norte de Londres.
No hará lo mismo con su viaje a Italia, previsto para el próximo 7 de abril. Este será su primer plan oficial después de sufrir la recaída y lo hará con la Reina Camila. Ambos estarán en el país trasalpino hasta el 10 de abril, coincidiendo con su vigésimo aniversario de boda. Para priorizar su recuperación antes de este viaje, la agenda del rey podría verse ligeramente reducida en los próximos días.Durante todo este tiempo, Carlos III siempre se ha mantenido activo. Reanudó progresivamente sus actividades a finales de abril de 2024, dos meses y medio después de que se anunciara su cáncer, mientras continuaba con su tratamiento semanal. «Todavía estoy vivo», bromeó antes de Navidad cuando le preguntaron por su salud en una recepción.
Su agenda en marzo ha estado especialmente cargada. Pasó tres días en Irlanda del Norte, recibió al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, así como al primer ministro canadiense saliente Justin Trudeau y luego a su sucesor, Mark Carney. También dio la bienvenida a unos 400 miembros de la prensa en el Palacio de Buckingham el miércoles.

El Rey Carlos III y Camilla, Reina consorte
¿Qué oculta Buckingham?
El Palacio de Buckingham nunca ha llegado a especificar qué tipo de cáncer tiene el Rey. Defiende su falta de transparencia debido al derecho a la privacidad del monarca y al cargo que ocupa como jefe de Estado. Además, tampoco ha dado nunca detalles de su tratamiento, guardando también silencio el jueves sobre cuáles fueron los «efectos secundarios» que obligaron a su paso por el hospital.
Pat Price, una oncóloga entrevistada este viernes por AFP, afirma que estos efectos secundarios son habituales en los tratamientos médicos.
La especialista considera, basándose en la comunicación real, que el monarca sufrió «efectos secundarios leves», que podrían ser «escalofríos, fiebre, malestar o náuseas». «Desaparecen después del tratamiento. Si todo va bien y no hay indicios de algo más grave, los pacientes pueden volver rápidamente a su vida normal», explica.