Hace 100 años en El Debate
24 de febrero de 1922: detenidos los artífices del magnicidio a Eduardo Dato
Un amplio interrogatorio a los dos nuevos detenidos en sus respectivas cárceles
El 8 de marzo de 1921 el presidente del Consejo de Ministros Eduardo Dato fue recogido por su coche oficial tras haber pasado la tarde en el Senado para trasladarse a su domicilio. Después de abandonar la plaza del Senado, el vehículo continuó su trayecto por la plaza de Isabel II, la Puerta del Sol y la Calle de Alcalá. El sidecar en el que iban los artífices del asesinado divisó el coche y se situó a escasos metros detrás de él. Cuando el automóvil llegó a la plaza de la Independencia, el sidecar se aproximó rápidamente y los pistoleros comenzaron a disparar.
Fueron Pedro Mateu y Luis Nicolau quienes dispararon contra la parte trasera del vehículo oficial realizando un total de 20 disparos. Mateu declaró que no disparó contra Dato, «sino contra un presidente que autorizó la más cruel y sanguinaria de las leyes: la ley de fugas». Nicolau y Casanellas lograrían escapar. El primero, acompañado de su mujer, lograría trasladarse a Alemania; por su parte, Casanellas huyó a Francia y después a la Unión Soviética.
El Debate del 24 de febrero de 1922 informaba de la detención de Luis Nicolau y su mujer.
«Nicolau ha sido conducido a la Cárcel Modelo. La mujer rubia [apodo de Lucía Joaquina Concepción, mujer de Nicolau] ha ingresado en una celda de la Cárcel de Mujeres», explicaba el periódico. Él «negó rotundamente su participación en el delito», mientras que ella dijo que «ignoraba por completo el delito». Ante la ausencia de declaraciones, en el día de hoy hace 100 años, continuaban «las diligencias, comenzando con someter por la mañana a un amplio interrogatorio a los dos nuevos detenidos en sus respectivas cárceles», informaba el periódico.
Por otro lado, la prensa alemana comentaba que «la extradición concedida» constituía a «una violación del derecho de gentes». Además, el Gobierno alemán se sumaba a una serie de protestas a favor de los acusados expresando que la condena a muerte de Nicolau y su mujer «heriría en los sentimientos a gran parte del pueblo alemán», recogía El Debate.