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Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix)

Cristóbal Colón ante los Reyes Católicos en la corte de Barcelona (V. Turgis, siglo xix)

La última travesía de Cristóbal Colón: sus restos viajaron tanto como él

Los restos de Colón permanecieron en un convento de Valladolid hasta 1509, después fueron trasladados a Sevilla, y de allí a Santo Domingo, después a Cuba y de nuevo a Sevilla donde está su tumba

Este jueves el Museo Naval de Madrid ha presentado los resultados parciales de un estudio capitaneado por Marcial Castro se ha podido señalar «con exactitud» el primer lugar en el que Colón fue enterrado. Se trata del convento de San Francisco, Valladolid, sin embargo, este convento fue demolido en 1876, perdiéndose así el lugar del primer descanso de este personaje fundamental para el rumbo de la historia de España. Hoy en su lugar podemos ver un espacio que comprende una tienda de ropa y un banco de la calle Constitución, y que según explica Castro, hace cinco siglos era el «paseo de la fama de los españoles ilustres del Renacimiento».

Pero si nos referimos al primer lugar de enterramiento significa que hubo otros posteriores. Y es que los restos mortales del almirante viajaron tanto como él.

Ruta hispanoamericana

Entre 1493 y 1502, sin perder su deseo de continuar viajando y descubriendo, realizó tres últimos viajes en los que alcanzó Puerto Rico y Jamaica, en el primero; la desembocadura del río Orinoco, Trinidad y Venezuela, en el segundo; y Panamá, Costa Rica y Nicaragua, en el último. Terminaba así su brillante carrera por el Nuevo Mundo.

Muerte de Cristóbal Colón en una pintura de mediados del siglo xix de Francisco Ortego que forma parte de la colección del Museo del Prado

Muerte de Cristóbal Colón en una pintura de mediados del siglo xix de Francisco Ortego que forma parte de la colección del Museo del Prado

El 20 de mayo de 1506, Colón moría en Valladolid. Sus restos permanecieron en un convento franciscano hasta 1509, después fueron trasladados a Sevilla, España y de allí a Santo Domingo, después a Cuba y de nuevo a Sevilla, donde está su tumba.

Tres años más tarde de su enterramiento en Valladolid, los restos fueron llevados al monasterio de La Cartuja de Santa María de las Cuevas en Sevilla siendo escoltado por su hijo Diego Colón: «(…) que la dicha limosna del diezmo de la renta de mi mayorazgo sea dado a los padres del monasterio de las Cuevas de Sevilla, adonde yo mandé depositar el ducho cuerpo en 1509», reza el primer testamento que escribe el hijo del descubridor de América.

Pasado los años, Diego Colón se traslada a Santo Domingo en 1523, donde escribiría un segundo testamento desvelando un detalle importante en el movimiento de los restos de su padre. En dicho documento expresaba sus deseos de que si fallecía en La Española (actualmente correspondería a Santo Domingo y Haití) su cuerpo fuese «honradamente depositado en esta dicha ciudad de Santo Domingo, en el monasterio de San Francisco», pero si lo hacía en Sevilla, entonces, pedía que fuese enterrado junto a su padre. En las siguientes líneas rogaba a sus herederos que se edificase una especie de mausoleo para reunir los restos del descubridor del Nuevo Mundo, los de Felipa Muñiz (su madre), los de Bartolomé Colón (su tío) y los suyos en Santo Domingo.

Traslado de los restos de Colón a Sevilla en 1899 en un periódico de noticias ilustradas londinense

Traslado de los restos de Colón a Sevilla en 1899 en un periódico de noticias ilustradas londinense

En 1526, Diego Colón moría en la Puebla de Montalbán, cerca de Toledo por lo que su cuerpo fue trasladado a la Cartuja de Santa María de las Cuevas de Sevilla junto a su padre, tal y como lo había deseado, pero a la espera de una ocasión favorable para su traslado a Santo Domingo. Así, once años más tarde (1537), la viuda de Diego, María de Toledo obtuvo del Rey Carlos V «el derecho de patronato sobre la capilla mayor de la catedral de Santo Domingo», recoge Rómulo Cúneo Vidal, intelectual peruano, en su obra Los restos de Colón. Con la autorización real, se llevó a cabo poco tiempo después el traslado de los restos de la familia Colón a la catedral de Santo Domingo.

Cabe destacar que, en 1572, al fallecer el nieto de Colón, Luis Colón y Toledo, sus restos también estuvieron primero en la Cartuja de las Cuevas de Sevilla y más tarde, llevados a la catedral de Santo Domingo reuniéndose de tal forma Cristóbal Colón, primer almirante de Indias; Diego Colón, segundo almirante; Luis Colón y Toledo, tercer almirante. A su muerte, Luis Colón y Toledo nombró heredero del almirantazgo de Indias a su hermano Cristóbal Colón y Toledo.

Tumba de Cristóbal Colón de la Catedral de Sevilla (lado derecho del crucero)

Tumba de Cristóbal Colón de la Catedral de Sevilla (lado derecho del crucero)

En esta catedral descansaron los restos del genovés hasta 1795 cuando España cedió a Francia la totalidad de la isla a raíz del Tratado de Basilea a cambio todo el territorio ocupado por los franceses al sur de los Pirineos. De esta manera, sus cuerpos fueron de nuevo exhumados y trasladados a la catedral de La Habana hasta que Cuba alcanzaba su independencia en 1898 por lo que los restos del primer almirante de Indias regresaron a Sevilla para ser enterrado en la catedral en cuyo pedestal se puede leer la siguiente inscripción «Cuando la isla de Cuba se emancipó de la Madre España, Sevilla obtuvo el depósito de los restos de Colón, y su ayuntamiento erigió este pedestal».

Sin embargo, tanto España como República Dominicana siguen asegurando a día de hoy que los restos mortales de Colón permanecen en su territorio. Pero eso es otra historia.

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