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Lupercalia, óleo sobre lienzo, Madrid, Museo del Prado.

Lupercalia, óleo sobre lienzo, Madrid, Museo del Prado

La historia del día de san Valentín: de desollar perros a celebrar el amor

La historia del día de san Valentín tal y como lo conocemos no es tan antigua. La celebración de este día se remonta a la época de los romanos, con el cristianismo ya como religión oficial del Imperio, cuando el papa Gelasio I quiso erradicar la celebración de las lupercales que se celebraban en febrero: una festividad pagana en la que se desollaban perros y cabras para hacer látigos con los que azotar a las mujeres y así asegurar su fertilidad. Para ello, buscó la manera de sustituir las lupercales por otra festividad sin tanta violencia escogiendo la vida de san Valentín. Gelasio I fue el papa número 49 de la Iglesia Católica, entre los años 492 y 496.

Lupercalia, óleo sobre lienzo, Madrid, Museo del Prado.

Un cuadro muestra las fiestas lupercales, se puede apreciar a una mujer desollando una cabra y a dos hombres azotando con las pieles a mujeres

La historia de san Valentín se relaciona con Valentín de Roma, un médico romano que se convirtió al cristianismo y se hizo sacerdote. Valentín de Roma, que tenía fama de santo en vida según algunos cronistas, desobedeció la orden del emperador romano Claudio II y casaba a los soldados con sus prometidas. El emperador consideraba incompatibles los votos matrimoniales con una vida dedicada a las armas. Además, el cristianismo estaba todavía perseguido en el imperio. Claudio fue emperador de Roma durante dos años, del 268 al 270.

El emperador se enteró de los votos matrimoniales que sellaba saltándose su prohibición y mandó llamarlo. Según cuenta la leyenda, Claudio no tenía mayor intención que reprenderlo y puede que desterrarlo. Pero, influenciado por sus asesores de su corte, lo mandó decapitar.

¿Se enamoró de la hija de su juez?

Durante los días que estuvo preso esperando a su decapitación, Valentín de Roma conoció a la hija del juez de la prisión, que era ciega. Rezó pidiendo a Dios que devolviera la vista a la muchacha. Días después, el 14 de febrero, mientras era trasladado a la plaza pública para su ejecución, le dio un pequeño papel a la hija del juez para que lo leyera. La joven, sorprendida por el gesto, ya que era ciega, abrió el papel y pudo leer por primera vez unas palabras escritas: «Tu Valentín». Algunos historiadores secundan la historia de que Valentín realmente se enamoró de la hija del juez ayudando a sustentar su simbolismo como santo del amor.

Se cree que Valentín de Roma está enterrado junto a otro Valentín mártir en la Via Flaminia, a las afueras de Roma. Durante el siglo XII, esa puerta era conocida como la Puerta de San Valentín y un cráneo atribuido por tradición popular al mártir, se guarda en una urna de cristal en la Basílica de Santa Maria en Cosmedin, en Roma. El pórtico de esta iglesia es uno de los lugares más visitados de la capital italiana, ya que alberga la icónica Boca de la Verdad.

Bsilica di Santa Maria en Cosmedin, en Roma, donde están la Boca de la Verdad y un cráneo que la tradición atribuye a san Valentín

Basílica de Santa Maria en Cosmedin, en Roma, donde están la Boca de la Verdad y un cráneo que la tradición atribuye a san Valentín

La festividad fue eliminada del calendario litúrgico en un intento por dejar fuera del santoral a aquellos santos cuya historia pudiera tener más apoyo en la leyenda que en la historia. A pesar de ello, es venerado como santo también por la Iglesia ortodoxa, la luterana y la anglicana.

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