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Florencia con la cúpula de la catedral que realizó Brunelleschi bajo el mecenazgo de los Medici

Florencia con la cúpula de la catedral que realizó Brunelleschi bajo el mecenazgo de los MédiciGTRES

Ana María Luisa, la última Médici que salvó el patrimonio de Florencia

Los Médici construyeron gran parte de la Florencia que se puede visitar hoy, como la Galleria degli Uffizi, la capilla de los Príncipes, el puente Vecchio o la imponente catedral de Santa María del Fiore

El 18 de febrero de 1743, murió en el palacio Pitti Ana María Luisa de Médici, la última heredera de una casa que gobernó Florencia y la Toscana durante poco menos de 300 años. La dinastía acabó con la Gran Princesa, pero gracias a ella el legado artístico que habían acumulado en sus palacios durante generaciones pudo preservarse hasta la actualidad, a pesar de las guerras y las disputas dinásticas. Florencia no sería lo que es hoy de nos ser por la familia de los Médici, pero ¿Por qué se extinguió la estirpe de los Médici?

La última Gran Princesa de los Médici consiguió proteger una historia de siglos por medio de la palabra escrita

Ana María era hija de Cosme III de Médici y Margarita Luisa de Orleans, duques de la Toscana; y tenía tres hermanos varones: Fernando, Juan Gastón y Francisco Maria. El problema surgió cuando Ferdinando, que era el primogénito, murió sin descendencia. El mediado, Juan Gastón se casó a regañadientes con una princesa sajona a la que no amó nunca porque al parecer era homosexual, y no tuvo herederos. Cosme III, desesperado por perpetuar su linaje pidió al tercero de los hermanos que abandonara los votos que le habían llevado a ser cardenal, pero no obtuvo el éxito esperado. Solo quedaba la princesa, que se casó con Juan Guillermo del Palatino, título nobiliario de una región del Rin. Así, Ana María se convirtió en Electora Palatina de la casa Wittelsbach hasta que su marido falleció en 1716, momento en el que volvió a Florencia sin descendencia.

Su padre intentó modificar la legislación que regulaba la sucesión para conseguir que su hija fuese la nueva Duquesa

Su padre intentó modificar la legislación que regulaba la sucesión para conseguir que su hija fuese la nueva Duquesa, pero la normativa dependía del emperador del Sacro Imperio. Cosme III acudió a Carlos VI con la proposición, pero este la rechazo y lo vio como una oportunidad para colocar a su yerno Francisco de Lorena en el gobierno de la región italiana. El poder de los Médici terminó en aquel momento.

Ana María Luisa retratada por Antonio Franchi

Ana María Luisa retratada por Antonio Franchi

Un pacto entre familias

La casa de los Lorena sustituyó a los Médici en el gobierno de Florencia y Francisco Esteban fue nombrado Gran Duque tras la muerte de Cosme III. Ana, como la última de los Médici fue la encargada del traspaso de poderes, y tenía miedo de que los nuevos dirigentes hicieran en Florencia lo mismo que en Urbino tras la disolución de la casa de los Della Rovere, donde expoliaron todas las obras de arte y objetos familiares. Para evitarlo, en el acuerdo que firmó Ana María con el nuevo duque se especificó en el artículo tercero que cedían todo su patrimonio «muebles, efectos y rarezas de la sucesión de su hermano, el Serenísimo Gran Duque, tales como galerías, cuadros, estatuas, bibliotecas y otros bienes preciosos…» a cambio de que «Su Alteza Real se comprometa a conservar, con la condición expresa de que nada de lo que es para ornamento del Estado, para utilidad del público y para atraer la curiosidad de los forasteros, será llevado fuera de la Capital y del Estado del Gran Ducado». Esta ley se conoce como el Pacto de Familia, firmado en 1737. Incluso, evitó que las tropas napoleónicas saquearan la Galleria degli Uffizi y otros palacios de la ciudad. Podemos hablar del Pacto de Familia como un ejemplo de protección patrimonial, que además se puso a disposición de la ciudadanía para que cualquiera pudiera observar y disfrutar aquellos cuadros, esculturas y arquitecturas.

Evitó que las tropas napoleónicas saquearan la Galleria degli Uffizi y otros palacios de la ciudad

280 años después de la muerte de Ana María Luisa de Médici, cada 18 de febrero Florencia celebra un desfile histórico desde la Plaza de la Señoría hasta la capilla de los Príncipes, donde está su sepultura. La última Gran Princesa de los Médici consiguió proteger una historia de siglos por medio de la palabra escrita, a pesar de que el destino de su estirpe estaba camino de desaparecer. El documento lo han respetado todos sus sucesores y ha permitido preservar una Florencia repleta de historia local o italiana, pero sobre todo universal.

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