Óscar Pérez Solís, el mayor tránsfuga de la historia de España: del Partido Comunista de España a la Falange

El protagonista de este artículo fue nombrado secretario general del Partido Comunista de España un 8 de junio de 1923, cumpliéndose 100 años, durante el II Congreso del PCE. Recordemos que el PCE se creó sobre la base de la rama que fundó en 1903 y que fue reconocida en 1905 como una rama juvenil del PSOE. El 13 de abril de 1921 se separó otro sector juvenil para crear el Partido Comunista Obrero Español (PCOE), al no querer integrarse el PSOE dentro de la Tercera Internacional. Así pues, con estas dos ramas, el 14 de abril de 1921 se crea el Partido Comunista de España. En el primer congreso, 15 de marzo de 1922, se propuso alcanzar el socialismo, aunque primero se debía conseguir la unidad de la clase obrera.

Como hemos dicho, en el segundo congreso se escogió como secretario general a Óscar Pérez Solís. Nacido en Cabañaquinta, Concejo de Aller, en Asturias, el 24 de agosto de 1882. Este personaje no es un caso único dentro de la historia de España, pero sí que lo podemos considerar un caso curioso.

De carrera militar a la política

Su padre era capitán de infantería de marina, pasó su niñez y adolescencia en El Ferrol. Allí acabó el bachillerato. Deseaba ser militar y en 1898 ingresó en la Academia de Artillería de Segovia. Se licenció, en 1904, con el grado de teniente. También obtuvo el título de ingeniero industrial. Su primer destino fue la Comandancia de Artillería de Gran Canaria en Las Palmas. Allí estuvo destinado de 1904 a 1907. Luego lo trasladaron a Valladolid, de 1908 a 1911, donde obtuvo el grado de capitán.

En Las Palmas conoció a un recluta. Este le habló del anarquismo y se introdujo en el grupo ácrata «Luz y Progreso». Estando en Valladolid ingresó en la Agrupación Socialista. Esto sucedía en 1910. Empezó a colaborar en la prensa socialista con el pseudónimo de Juan Salvador. Este era el nombre del recluta que había muerto poco antes y que, para homenajearlo, utilizó su nombre. A partir de 1911 fue director del semanario socialista Adelante de Valladolid. Ahí utilizó el pseudónimo de Carlos Guerrero.

Tuvo muy claro que su futuro era la política, solicitó el pase a la reserva. En abril de 1917 abandonó el acta y rompió su carnet de militante

Su militancia política en poco tiempo estuvo en boca de todos. Por eso se le recomendó que pidiera el traslado a Cartagena. Tuvo muy claro que su futuro era la política, solicitó el pase a la reserva. Esto ocurría en junio de 1912. En 1915 fue elegido concejal por Valladolid. En abril de 1917 abandonó el acta y rompió su carnet de militante. Todo eso fue como consecuencia de una huelga general. Óscar Pérez se refugió durante un tiempo en Lisboa.

Por aquel entonces estaba a la derecha del PSOE. Sus ideales los podemos colocar dentro de las posiciones reformistas, defendiendo los postulados de algún partido republicano. Eso ocurrió durante un breve periodo de tiempo. Volvió a ser candidato del PSOE en las elecciones generales de 1918, siendo elegido diputado provincial por Valladolid en 1919. Ese año fue acusado de un delito de lesa majestad. Óscar Pérez escribió una serie de injurias en el semanario Adelante contra Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, XVI Duque de Alba de Tormes. El destierro lo cumplió en Bilbao.

Allí contactó con círculos favorables a la III Internacional. Por su activismo político lo detuvieron y encarcelaron en Larrinaga, de donde salió en marzo de 1921. En abril de ese año estuvo a favor que el PSOE se integrara en la Internacional Comunista, siendo miembro fundador del Partido Comunista Obrero Español (PCOE). Dese Moscú llegó la orden que el PCOE y el PC se unificaran en un solo partido. El 8 de julio de 1923, como hemos dicho, fue nombrado secretario general del Partido Comunista de España (PCE). A parte dirigió los periódicos La Noticia, Bandera Roja y La Antorcha. En 1922 asistió al XV Congreso de la UGT. Viajó a la URSS en 1923 y lo escogieron como candidato por Madrid en las elecciones generales de ese año. Fue herido de gravedad el 23 de agosto de 1923, cuando los guardias de asalto entraron en la Casa del Pueblo de Bilbao.

Y llegó la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Óscar Pérez siguió muy activo. No dejó de colaborar en La Antorcha, siendo favorable a la corriente promarxista de la CNT. En 1923 intentó atentar contra el periódico El Liberal de Indalecio Prieto. En 1925 fue detenido en Barcelona junto con otros dirigentes comunistas.

Un giro de 180 grados

Antes de entrar en la cárcel de Barcelona tuvo la visita del jesuita Luis Chalbaud. En Barcelona recibió los consejos del dominico José Gafo Muñiz. Uno de los logros del Padre Gafo fue que se unieran los Sindicatos Católicos-Libres del Norte de España con los Libres de Barcelona. En 1924 se fundó la Confederación de Sindicatos Libres de España. Pues bien, aquel encuentro con el Padre Gafo hizo que Óscar Pérez se convirtiera al catolicismo. En marzo de 1928 el periódico El Debate publicó una carta suya dirigida al Padre Gafo, donde se retractaba de su ideología pasada.

En 1933 se afilió a Falange española, manteniendo un estrecho contacto con José Antonio Primo de Rivera

Salió de la cárcel el 9 de agosto de 1927. Se quiso retirar de la política, por eso aceptó un puesto de ingeniero en la compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos (CAMPSA). En 1930 dirigió el Diario Regional de Valladolid. Colaboró en El Pensamiento Navarro, El Debate y Acción española. Apoyó los sindicatos de inspiración católica que defendía el Padre Gafo. En 1933 se afilió a Falange española, manteniendo un estrecho contacto con José Antonio Primo de Rivera.

El 18 de julio de 1936 estaba en Oviedo, siendo encarcelado por fascista. Lo sacaron de ella inmediatamente y se puso a las órdenes del coronel Antonio Aranda, recuperando su grado de capitán e incorporándose a la 18 Compañía de Asalto, defendiendo Oviedo. Manuel Hedilla lo nombró responsable del sindicato Central Obrero Nacional-Sindicalista (CONS). Durante la Guerra Civil se encargó de salvar de la muerte a viejos camaradas. En 1946 intercedió por Joaquín Maurín Juliá. Terminada la Guerra Civil lo nombraron Gobernador Civil de Valladolid. Óscar Pérez Solís falleció en Valladolid el 26 de octubre de 1951.