Troya, la película que acumula demasiados errores históricos sobre la Antigua Grecia
Los mismos productores se habían basado en la Ilíada de Homero, la cual trasformaron para dar forma al guion de su película. Sin embargo fue muy criticada por su falta de rigor histórico
Troya, la película dirigida en 2004 por Wolfgang Petersen fue muy criticada entonces por su falta de rigor histórico. Los mismos productores se habían basado en la Ilíada de Homero, la cual trasformaron para dar forma al guion de su película. Apoyada en un reparto impresionante con Brad Pitt como Aquiles, Eric Bana de Héctor, Diane Kruge en el papel de Helena y Orlando Bloom como Paris, consiguió recaudar casi medio millón de dólares. Pero a pesar de su éxito en taquilla la película tiene un gran número de errores o como defiende la propia productora, interpretaciones sobre lo sucedido en la batalla de Troya.
Desde el punto de vista histórico encontramos errores como la aparición de llamas, cuando sabemos que en Turquía no existían en aquellos siglos. Además, los griegos son hombres con una fisionomía mediterránea, pelo negro, morenos y ojos pardos por lo general. No eran rubios y con ojos azules como Brad Pitt. A nivel temporal, la guerra de Troya tuvo una duración de diez años y no de unas semanas como se hace ver en la película. Y esto son solo los errores más evidentes.
La idea de que todos los guerreros fuesen con la misma vestimenta y armadura es una idea moderna y equivocada. En los primeros años del mundo griego las armaduras y las armas eran personales y cada guerrero tenía su propia armadura y armas, realizadas a medida. Al leer los textos homéricos se aprecian otros fallos menores, que no estropean la película, pero son interesantes de ver si uno los conoce. Al final, cuando Paris acaba con la vida de Aquiles lanzándole varias flechas, una de ellas al talón dentro de la ciudad de Troya. Petersen vuelve a tomarse la licencia. Si seguimos el mito, Aquiles es abatido fuera de la ciudad por una flecha de Paris guiada por la diosa Afrodita, que le atravesó el talón. Todo ello es resultado de la interpretación que hace Petersen del texto homérico y su adaptación a un lenguaje mucho más audiovisual.
Si seguimos el mito, Aquiles es abatido fuera de la ciudad por una flecha de Paris guiada por la diosa Afrodita, que le atravesó el talón
Dentro de los personajes y sus parentescos también se observan fallos. Aquiles y Patroclo no eran primos como refleja la película sino amantes y compañeros de armas, que además compartían a Briseida. Por los textos homéricos también sabemos que tenía el permiso de Aquiles para ir a la batalla, pero el director se toma la licencia de hacer que parezca lo contrario.
En los parentescos parece que los guionistas y el director no leyeron bien a Homero, porque aludiendo de nuevo a Briseida, hay que decir que es concubina de Aquiles y no sobrina del rey Príamo como se indica en la película. No es la única equivocación: el Rey Príamo no era viudo, tenía a su esposa, Hécuba; Menelao y Agamenón no mueren en Troya, vuelven a sus respectivas tierras. Esto se demuestra claramente al leer la Odisea, que en el trascurso de las aventuras de Odiseo vemos narrada la explicación de la muerte de Agamenón a manos del amante de su esposa Clitemnestra, tras volver de la guerra de Troya, mientras se daba su primer baño tras el regreso; Paris –al que interpreta Orlando Bloom– fallece durante el conflicto por una flecha y su amada Helena volvió a Esparta con Menelao, no huyen juntos como se puede observar en la película.
Salvados por el equipo de attrezzo
Pero no todo iba a ser malo. El equipo de attrezzo supo plasmar bastante bien la idea que tenían los griegos sobre las policromías, con esas tonalidades de pigmento rojo, azul, blanco, etc. Dan un aspecto muy real de cómo los griegos empleaban los colores en estatuas, templos, y palacios, aunque los que aparecen, como el de Apolo, están recreados de forma pésima. Pero el equipo también realizó con bastante rigurosidad las esculturas de los kuroi, unas figuras de piedra o mármol de aspecto masculino que tenían una función religiosa o de representación de un héroe. Aunque la película parece haberse hecho para vanagloriar la figura de Brad Pitt, Petersen y su equipo consiguieron plasmar la esencia del pueblo griego, no solo sobre la belleza artística, también el areté, la excelencia, el honor de cada ciudadano del pueblo griego y la relación que existe entre ellos y los dioses.