¿Qué une a Leónidas Trujillo con Tamara Falcó?

Trujillo fue uno de los dictadores que protagonizó la era de los regímenes militares en Hispanoamérica de mediados del siglo XX. Durante más de treinta años mantuvo el poder en República Dominicana con su «Patria Nueva». Su agitada vida sentimental y los líos amorosos del vástago que asentó en España dieron grandes titulares a la crónica rosa en los años de la Transición: actrices, toreros y mucha fiesta, fueron parte de la estela de los Trujillo. En su país, uno de sus nietos vuelve a amenazar con la presidencia. Un paraíso de sol y playa que linda con Haití, el país más pobre de toda América.

Cuando en 1930 Rafael Leónidas Trujillo se hizo con el poder en República Dominicana, se presentaba como el redentor de una sociedad depauperada y corrupta incapaz de liberarse de la herencia colonial española. Militar, con aires megalómanos y afición al culto personal, quiso convertir el lema de «Dios, patria y libertad» en la base de su nueva política. Padre y Benefactor, ¿qué mejor ejemplo que renombrar la antigua capital de «La Española» como ciudad Trujillo? Claramente anticomunista y con parte de apoyo yanki, estableció determinados monopolios empresariales que le acarrearon una considerable fortuna personal.

Llegó la presidencia como militar que arrastraba un largo historial de conquistas amorosas y una copiosa prole. Su primogénito varón legitimado, Ramfis, compañero de escarceos del juerguista Porfirio Rubirosa, llegó a España tras el asesinato de su padre en 1961 a manos de pistoleros opositores, tras su fallido intento de asumir el mando en su país y con el cadáver del difunto embarcado en el yate Angelita, propiedad de la familia, muchos dólares y buenas joyas. Algo de todo aquello contó Vargas Llosa en su Fiesta del Chivo.

Ramfis había conocido en Hollywood a una actriz de ascendencia judía que presumía de arrebatos pasionales con estrellas como Paul Newman, con el que compartió cartel en El Zurdo, o Steve McQueen, haciendo gala de su hombría y virilidad. Se asentaron en La Moraleja aunque en el Madrid de entonces también residía Perón, Isabelita y algún otro caudillo bien acogido por el régimen.

Ramfis se mató en un accidente de coche en 1969 cuando su Ferrari colisionó en la carretera de Burgos con el auto que conducía doña Teresa Beltrán de Lis, duquesa de Alburquerque, que también murió. Lita, ya viuda, se lanzó a los brazos de Jaime Ostos, valeroso torero que triunfaba en los ruedos y con el que también se casó. Aquello resultó tormentoso. Lita Trujillo acaparó flashes y portadas en los ochenta mientras que en República Dominicana, el país soportaba los gobiernos del «Partido Revolucionario Dominicano» y en España empezaba a triunfar el felipismo.

Dos de los hijos de Ramfis Trujillo y Lita, Ramsés y Ricky, de nombres también estrafalarios, fueron parte viva de la historia social de aquellos años con amistades de postín, fiesta y mucha diversión. Estudiaron en Los Rosales, jugaron al polo y triunfaron en el amor con una Chabeli Iglesias en plena eclosión juvenil. También entró en escena García Trevijano como abogado y gestor patrimonial hasta que mucho de todo aquello se evaporó. Ramsés murió como consecuencia de una larga enfermedad en 2022, con una vida bastante diferente a la de su juventud. Ricky se alejó del circuito de la jet aunque recientemente una de sus hijas se casó con un Fernández de Córdova, pura solera aristocrática y también pariente de Tamara Falcó.

Mientras tanto, en República Dominicana, uno de los destinos vacacionales más demandados para los españoles, el apellido Trujillo vuelve a presentarse como una alternativa, más bien poco factible, a las políticas de gobierno que lidera el conservador Luis Rodolfo Abinader. Domínguez Trujillo aspira a encabezar una lista electoral para convertirse en presidente de su país.