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Sesión de investidura del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo SoteloCongreso de los Diputados

Calvo-Sotelo, el candidato a presidente que para ser investido no cedió por un puñado de votos

El episodio tuvo lugar durante las negociaciones previas a su investidura como presidente del Gobierno

En aquellos turbulentos tiempos la coyuntura política y social en España era ciertamente truculenta. Adolfo Suárez había dimitido como presidente del gobierno el 29 de enero de 1981 debido a la situación imperante.

Los factores fundamentales que lo llevaron a tomar tal decisión fueron una profunda crisis económica –con una inflación desbocada y un desempleo disparado– y la brutal escalada del terrorismo. En 1979 los diversos grupos terroristas habían asesinado a 118 personas (más de 80 a manos de ETA militar y 31 de los GRAPO). En 1980 se alcanzaría la cifra de 124 asesinatos, de los que prácticamente cien fueron ejecutados por los etarras. Esto lleva a la escalofriante cifra de un muerto prácticamente cada setenta horas durante dos años.

Las crecientes tensiones como consecuencia del proceso autonómico también añadían leña al fuego. La crisis interna de la Unión de Centro Democrático (UCD), partido que presidía Adolfo Suárez, fue otro componente desestabilizador no menor.

Sustituto

Para reemplazar a Adolfo Suárez, UCD propuso a Leopoldo Calvo-Sotelo y Bustelo (1926-2008). Se trataba de un ingeniero de caminos, canales y puertos quien, proveniente del mundo empresarial, había empezado su carrera política en 1974 como procurador en Cortes por el tercio sindical. En esta época colaboró en el Tercer Plan de Desarrollo del franquismo. Se da la circunstancia de que era sobrino de José Calvo Sotelo, político de la CEDA cuyo asesinato el 13 de julio de 1936 había precipitado la Guerra Civil española.

Leopoldo Calvo-Sotelo fue Ministro de Comercio en el gobierno de Carlos Arias Navarro, el primero de la monarquía, entre diciembre de 1975 y julio de 1976. En su etapa como miembro del gobierno de Adolfo Suárez, ocupó las carteras de Obras Públicas (julio de 1976 a abril de 1977) y la de Relaciones con la Comunidad Económica Europea (febrero de 1978 a septiembre de 1980). Seguidamente se convirtió en vicepresidente segundo para Asuntos Económicos.

Exigencias durante las negociaciones

Durante las negociaciones encaminadas a buscar los apoyos necesarios para la investidura como presidente de Calvo-Sotelo, uno de los partidos con los que UCD entabló negociaciones fue Convergència i Unió (CiU), coalición de dos partidos políticos nacionalistas catalanes creada en 1978 y liderada en aquel entonces por Jordi Puyol.

Entre otras peticiones, la coalición catalana exigió la transferencia a la Generalidad de Cataluña de un inmueble perteneciente al Estado

Entre otras peticiones, la coalición catalana exigió la transferencia a la Generalidad de Cataluña de un inmueble perteneciente al Estado. Se trataba de la antigua sede de la Jefatura Provincial del Movimiento de Barcelona. Debido a lo espinoso del asunto, se inquirió al propio candidato a la investidura sobre esta posibilidad. Calvo-Sotelo, preservando el interés del Estado y, al mismo tiempo, por una cuestión básica de dignidad política, se negó en redondo a pagar el «peaje» exigido. Rechazó, por tanto, anteponer sus intereses y los de su partido a otros de orden superior. De esta forma, él mismo se condenaba a someterse a una segunda votación para ser investido.

Accidentada investidura

La sesión plenaria de investidura dio comienzo el miércoles 18 de febrero de 1981 con el discurso de Calvo-Sotelo. El día siguiente tuvo lugar el correspondiente debate que concluyó el viernes. Ese mismo día a las 19:30h se realizó la primera de las votaciones. Como era esperable, el candidato no obtuvo la mayoría absoluta. Aunque estuvo a punto de conseguirla con 169 votos a favor (UCD, Coalición Democrática y UPN), 158 en contra, diecisiete abstenciones y seis ausencias. Le faltaron únicamente siete votos.

El fracaso de las negociaciones que UCD había mantenido con CiU había sido determinante. De hecho, dichas negociaciones se habían prolongado hasta el último momento, de tal forma que el mismo día del comienzo del proceso de investidura no se conocía el sentido del voto de los diputados de CiU.

El presidente Adolfo Suárez junto a Leopoldo Calvo-Sotelo en el Congreso de los Diputados a finales de los setentaGtres Online

La situación era tan inestable que el portavoz del PNV no precisó en su discurso qué votarían los diputados de su grupo parlamentario. Tiempo después narró que Javier Arzallus, a la sazón presidente de su partido, le había encomendado que realizase un discurso que no comprometiese a nada. Es decir, que fuese igualmente válido para votar tanto a favor como en contra de la investidura, o incluso para abstenerse. Al término de la sesión los periodistas, lógicamente, buscaron al portavoz del grupo parlamentario del PNV para indagar sobre la cuestión, pero éste se había esfumado.

Por tanto, al concluir la tercera jornada quedó convocado el Pleno para el lunes 23 de febrero a las 16:30h. En la segunda votación sólo sería necesaria la mayoría simple. Como es bien sabido, la sesión fue interrumpida a las 18:23h a consecuencia de la irrupción, pistola en mano, del teniente coronel Antonio Tejero en el Congreso de los Diputados.

Resultado final

Pasado el lamentable suceso de la intentona golpista, el día 25 de febrero se reanudó la sesión de investidura en la que los diputados de CiU, no sabemos si todavía con el susto en el cuerpo, votaron a favor del candidato. Calvo-Sotelo obtuvo 186 votos a favor (UCD, Coalición Democrática, CiU y tres diputados del grupo mixto), 158 votos en contra (PSOE, PCE, PNV, PSA y siete diputados del grupo mixto) y ninguna abstención. Hubo seis ausencias.

De esta forma, Leopoldo Calvo-Sotelo fue finalmente investido como presidente del gobierno por mayoría absoluta. Su gobierno se constituiría el 27 de febrero de 1981 para ser disuelto el 3 de diciembre de 1982.