Dinastías y poder
Hemofilia y guerra: el fatal destino de los hermanos de Victoria Eugenia
Sólo Alejandro, marqués de Carisbrooke, llegó a la edad adulta y formó parte de la comitiva que acompañó a su cuñado, Alfonso XIII, el 15 de abril de 1931 camino del exilio
Los hermanos de la Reina de España, Victoria Eugenia de Battemberg no tuvieron un final feliz. La hemofilia que lastró a los descendientes de la Emperatriz Victoria y la Primera Guerra Mundial, sellaron el destino de dos de los príncipes más atractivos de Europa. Criados entre Buckingham y Osborne House, en la isla de Wight, apenas llegaron a cumplir los treinta años. Sólo Alejandro, marqués de Carisbrooke, llegó a la edad adulta y formó parte de la comitiva que acompañó a su cuñado, Alfonso XIII, el 15 de abril de 1931 camino del exilio. Con ellos, también, el infante Alfonso de Orleáns.
Hijos de la princesa Beatriz del Reino Unido, la menor de las hijas de la Reina Victoria de Inglaterra, pasaron su infancia muy cerca de su abuela. Se habían quedado sin padre muy jóvenes, ya que Enrique de Battemberg, oficial de la Armada Imperial, había fallecido como consecuencia de la malaria en la costa de Sierra Leona en 1896.
Cierto que su progenitor era un príncipe con poca fortuna –de «rango menor» como se decía en el lenguaje de la realeza– que sólo dotó a sus hijos del tratamiento de «altezas serenísimas». La suya había sido una boda morganática pero por amor, de la que nacieron tres chicos, Alejandro, Leopoldo y Mauricio, y una chica, Victoria Eugenia, Reina de España desde su matrimonio con Alfonso XIII en 1906.
Como nietos que eran de la Reina Victoria, los varones vinieron al mundo con el lastre de poder padecer la llamada «enfermedad de la sangre», la hoy conocida como hemofilia, y que también sufrió, entre otros parientes, el heredero del Imperio Ruso, el zarevich Alexei Romanov, asesinado junto a toda su familia en Ekaterimburgo en julio de 1918 por un pelotón bolchevique.
Los tres hermanos de Victoria Eugenia, Ena –como se la conocía en su círculo más familiar– eran apuestos, educados y corteses. Todavía solteros, visitaban mucho España y pasaban largas temporadas en el Palacio Real, en La Granja y en Santander. Pero cuando en 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial hicieron valer su patriotismo y se alistaron en las filas del Ejército de su primo, el Rey Jorge V.
Leopoldo, al que desde niño se le había diagnosticado la hemofilia, sólo pudo hacerlo en retaguardia como oficial del 8ª Batallón del Regimiento Hampshire. Alejandro luchó en Europa como capitán y Mauricio, el hermano más joven de Victoria Eugenia, cayó en el frente de Yprés en Bélgica en octubre de 1914, en los primeros combates: The jolly prince who died for his country («El príncipe alegre que murió por su país») titulaba el diario británico Daily Sketch. Su muerte dejó desolada a la tímida princesa Beatriz y toda la corte se vistió de luto. Decían que tenía una amante, una joven londinense.
Terminada la Guerra, Alejandro y Leopoldo volvieron a su rutina palaciega. Pero en 1922, Leopoldo tuvo una de sus crisis sangrantes consecuencia de una operación de cadera y falleció en sus apartamentos de Kensington en los que residía con su madre. Tenía treinta y dos años. Desde muy niño había tenido que vivir con cuidados y atenciones especiales. Su hermana, la Reina Victoria Eugenia, acudió desde Madrid a los funerales.
El mayor, Alejandro –conocido familiarmente como Drino–, había tomado el título de marqués de Carisbrooke y también modificó el apellido Battemberg por Mountbatten, más inglés, como habían hecho otros parientes. En plena guerra se había casado con lady Irene, hija del conde de Londesborought, primera presidenta de la «Asociación Femenina de Automóviles y Deportes». Tuvieron una niña, prima carnal del conde de Barcelona, aunque desconocemos si llegaron a tener mucha relación.
Alejandro fue una persona muy cercana al rey Alfonso XIII y formaba, junto a sus primos Fernando de Baviera y Alfonso de Orleáns, su núcleo más próximo. Cuando las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron paso a la II República y el último gobierno de la monarquía decidió ceder sus competencias a lo que se hacía llamar «Gobierno Provisional de la República», Drino formó parte de la comitiva que acompañó al Rey en su marcha al exilio.
Alfonso XIII salió del Palacio Real por los jardines del Campo del Moro en una comitiva compuesta por cuatro coches y al volante de su Duesenberg J. La Reina Victoria Eugenia y sus hijos partieron de España un día después. Lo hicieron en tren desde el Escorial. Se rencontraron en París donde los ya desterrados fueron acogidos por las autoridades francesas. Carisbrooke falleció en 1960 en Kensington. Su hermana, la Reina Victoria Eugenia, en su residencia de Lausane en 1969.