La «Brunete», primera gran unidad acorazada del Ejército de Tierra español

Al término de la Guerra Civil, el Ejército de Tierra contaba con entre 130 y 140 carros de combate medios T-26B de origen soviético, además de unos ochenta carros ligeros Panzer I de origen alemán y unas noventa tanquetas italianas Fiat-Ansaldo CV.33/35. A estos números hay que añadir alrededor de ochenta blindados sobre ruedas.

Los citados medios, en muy variados estados de operatividad, estaban inicialmente encuadrados en cuatro regimientos (cinco desde septiembre de 1941) dispersos en diferentes cuerpos de ejército. Pero de las veinticinco divisiones del Ejército en las que en el año 1940 se agrupaban los diversos regimientos, ninguna tenía carácter acorazado.

Se crea la División Acorazada

Durante la Segunda Guerra Mundial se estaban produciendo a gran velocidad enormes cambios en la doctrina y organización de las unidades acorazadas, hecho que no pasaba desapercibido en España. Por ello, se decidió nombrar una comisión militar que estudiase la organización, modalidades de empleo, posibilidades y medios de las divisiones Panzer alemanas que estaban deslumbrando al mundo entero. La comisión interarmas, compuesta por 33 oficiales, realizó a principios de 1942 una estancia en una de las dos escuelas de carros alemanas, la situada en la localidad de Wünsdorf. La misión militar española produjo un detallado informe que se tomó como base para la organización de las futuras fuerzas acorazadas del Ejército español.

En consecuencia, el Estado Mayor Central del Ejército emitió la Instrucción General Reservada n.º 2, de 20 de agosto de 1943, creando la División Acorazada. El lema adoptado fue «Aprisa, duro, lejos», que se mantuvo hasta 1965 cuando fue cedido a su Brigada Acorazada XII.

En sus primeros tiempos, la División Acorazada estuvo esencialmente compuesta por dos brigadas mixtas como elementos fundamentales de maniobra junto a un grupo de exploración de Caballería. Cada brigada contaba con un regimiento de Infantería y otro de carros de combate. La gran unidad se completaba con el Batallón de Cazadores de Carros n.º 26 y el Regimiento de Artillería n.º 13, además de grupos de zapadores, transmisiones, intendencia y sanidad.

En el año 1950 fueron suprimidas las dos brigadas mixtas, de forma que la División Acorazada pasó a disponer básicamente de dos regimientos de infantería motorizados, uno de carros de combate (el bien conocido «Alcázar de Toledo» n.º 61), otro de artillería y el grupo de Caballería.

Llegada de material estadounidense

A consecuencia del envejecimiento del material y de las numerosas averías, con el paso de los años los carros de combate disponibles disminuían de forma inexorable. Esta tendencia se había revertido, de forma puntual, con la llegada de veinte carros de combate medios Panzer IV en diciembre de 1943. Pero no sería hasta la firma de los acuerdos con EE.UU., a finales de septiembre de 1953, cuando la División Acorazada pudo dotarse de medios en buen estado operativo. Comenzaron a llegar de forma incesante carros de combate M-24, M-41 y M-47, obuses autopropulsados M-37 y M-44, etc. Aunque en todos los casos no se trataba de medios blindados y acorazados nuevos, los vehículos recibidos hasta 1965 podían ser considerados modernos.

Reorganizaciones

Hacia finales de la década de 1950 se llevó a cabo una reorganización del Ejército de tierra, la conocida como reforma «Barroso». Algunas divisiones serían reorganizadas tomando como modelo la estructura «pentómica» estadounidense, pero tuvo poco impacto en la División Acorazada.

A comienzos de la década de 1960 empezarían a llegar carros de combate medios M-48 además de vehículos de transporte de personal M-113 (TOA) y sus derivados. Es por estas fechas cuando la División Acorazada tomó el nombre «Brunete».

La reorganización más importante del Ejército se implementó en el año 1965. En lo referente a las unidades dotadas de carros de combate, en la nueva estructura las brigadas pasaron a disponer de un batallón de carros, cuando en la anterior cada división tenía un batallón. Es decir, se duplicaba la capacidad acorazada. Es en este punto en el que se crea la División Acorazada «Brunete» n.º 1, compuesta por las brigadas XI (mecanizada), XII y XIII (las dos acorazadas, aunque la última en cuadro). Junto a la «Brunete» nacieron la División Mecanizada «Guzmán el Bueno» n.º 2 y la División Motorizada «Maestrazgo» n.º 3.

Lo más reseñable de este nuevo periodo fue la modernización del material de la «Brunete». Desde principios de los años 1970, el Ejército adquirió carros de combate M-48 A1, más vehículos de la familia M-113 y también cañones autopropulsados M-107 y obuses autopropulsados M-108 y M-109. Dentro de la Brigada Acorazada XII, el Regimiento de Infantería Acorazada «Alcázar de Toledo» n.º 61 poseía la mayor parte de los 156 carros de combate de la División Acorazada.

El final de la unidad

A consecuencia de los acuerdos con Francia, se comenzó la fabricación del carro de combate medio AMX-30 E en España. Esto permitió que en el año 1978 la «Brunete» unificase todos sus carros con este modelo. A mediados de los años 1980 llegarían los blindados sobre ruedas BMR y desde 1992, a consecuencia del Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa, se recibirían carros de combate de origen estadounidense M-60.

El 1 de febrero de 1996 la gran unidad pasó a tener tres brigadas y tomó el nombre División de Infantería Mecanizada «Brunete» n.º 1. En aquellos momentos era la única división del Ejército de Tierra español.

La «Brunete» dejó de existir el 1 de noviembre de 2006, pasando a denominarse Mando de Fuerzas Pesadas. En 2017 vendría la División «San Marcial».