Arqueólogos españoles descubren una estatua de mármol de hace más de 2.000 años en Roma
La pieza ha sido hallada por un equipo del CSIC en la antigua ciudad italiana de Tusculum
El yacimiento arqueológico de la antigua ciudad italiana de Tusculum, situada a 25 kilómetros de Roma, continúa desvelando grandes tesoros. El último descubrimiento, calificado de «excepcional», ha sido una bella estatua femenina de mármol en un «excelente estado de conservación» y «de gran calidad». El hallazgo ha sido realizado por los investigadores de la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma (EEHAR-CSIC), quienes han podido datar la pieza entre mediados del siglo I a. C. y mediados del siglo I d. C.
Según asegura el equipo del CSIC, la pieza realizada en mármol probablemente pertenecía a la decoración arquitectónica más occidental de lo que se conoce como Termas Adrianeas. Esta escultura de bulto redondo representa una figura humana de mujer de tamaño natural, pero que no conserva ni cabeza ni brazos.
«En el momento del hallazgo sólo era visible una parte de la espalda de la estatua y yacía sobre una fina capa de estuco pintado, por lo que formaría parte del programa ornamental de las termas», indica Antonio Pizzo, director de la EEHAR-CSIC, institución que lleva realizando las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Tusculum junto a la Comunità Montana dei Castelli Romani e Prenestini, organismo propietario y gestor del yacimiento, y a la Soprintendenza Archeologia Belle Arti e Paesaggio per l'Area Metropolitana di Roma e la Provincia di Rieti.
Por otro lado, la agencia italiana Ansa asegura que esta figura femenina podría tratarse se una musa, una bacante o incluso una ninfa y destaca el gran detalle en la confección del vestido y de los senos que brillan a través de la tela mojada, de los drapeados, de la fina abotonadura bajo el quitón, la confección de la nébrida o la piel de cervatillo que vestían los seguidores del culto dionisíaco. Asimismo, el director de la EEHAR-CSIC indicó que «algunos elementos característicos, como la piel de cervatillo que cubre sus hombros, permiten plantear la hipótesis de que se trata de una figura reconducible a un contexto dionisíaco, encuadrada cronológicamente entre mediados del siglo I a.C. y mediados del siglo I d.C.».
Las Termas Adrianeas
En campañas anteriores, los investigadores desenterraron los restos monumentales de un conjunto termal de época adrianea (siglo II d.C.) sobre los cuales, en los siglos centrales de la Edad Media, se construyó una iglesia dotada de una zona de enterramientos circundante. Algunos de estos vestigios fueron una serie de salas climatizadas conectadas con el praefurnium y otros ambientes de servicio.
Dentro del proyecto Tuscolo Eterna Bellezz@, los expertos han podido estudiar los restos de la iglesia medieval y «comprender mejor la estructura interna» de esta, según informó el CSIC.