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La batalla de Lepanto

La batalla de Lepanto

Recreación infográfica

La batalla de Lepanto, «la más alta ocasión que vieron los siglos»

Lepanto fue la gran victoria cristiana sobre los turcos y la noticia de este triunfo conmocionó a toda Europa

El 7 de octubre de 1571 tuvo lugar la mayor batalla nava de la historia moderna, «la más memorable y alta ocasión que vieron los pasado siglos ni esperan ver los venideros», escribió Miguel de Cervantes. Las naves turcas se habían propuesto el control del Mediterráneo occidental y desde hacía años las costas españolas e italianas estaban cada vez más amenazadas. Por ello, ante el creciente peligro, España, Venecia y los Estados Pontificios formaron una alianza para enfrentarse a la armada turca y detener su avance.

De esta manera nació la Liga Santa bajo el mando de don Juan de Austria, el hijo natural de Carlos V, pues no en vano España sufragaba la mitad de los costes de la alianza. Tras concentrarse en Mesina, la armada cristiana zarpó hacia aguas griegas a mediados de septiembre de 1571. Chipre acababa de caer en manos otomanas tras la capitulación de Famagusta, pero cabía la posibilidad de derrotar a la flota turca atracada en el golfo de Lepanto, al este de Grecia.

Lepnato

LepnatoKindelan

Lepanto

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Lepanto

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Lepanto

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Batalla de LepantoKindelan

El fracaso del asalto inicial frontal de los otomanos y el auxilio de la reserva cristiana a su alejada ala derecha dieron la victoria a don Juan de Austria. El cronista de Felipe II, Luis Cabrera de Córdoba, describe aquel choque de la siguiente manera:

«Jamás se vio batalla más confusa; trabadas de galeras una por una y dos o tres, como les tocaba... El aspecto era terrible por los gritos de los turcos, por los tiros, fuego, humo; por los lamentos de los que morían. Espantosa era la confusión, el temor, la esperanza, el furor, la porfía, tesón, coraje, rabia, furia; el lastimoso morir de los amigos, animar, herir, prender, quemar, echar al agua las cabezas, brazos, piernas, cuerpos, hombres miserables, parte sin ánima, parte que exhalaban el espíritu, parte gravemente heridos, rematándolos con tiros los cristianos. A otros que nadando se arrimaban a las galeras para salvar la vida a costa de su libertad, y aferrando los remos, timones, cabos, con lastimosas voces pedían misericordia, de la furia de la victoria arrebatados les cortaban las manos sin piedad, sino pocos en quien tuvo fuerza la codicia, que salvó algunos turcos».

El éxito cristiano fue rotundo y sólo lograron salvarse unos 60 barcos turcos. Lepanto fue la gran victoria cristiana sobre los turcos y la noticia de este triunfo conmocionó a toda Europa.

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