
Las excavaciones que descubrieron las fortificaciones británicas tuvieron lugar en el emplazamiento de un proyecto de vivienda unifamiliar en San Agustín (Florida).
Hallan un fuerte británico de 1781 bajo una casa en Estados Unidos
Estos son los primeros vestigios del breve y olvidado dominio británico en Florida tras más de 200 años de control español
Los edificios centenarios y el enorme fuerte de piedra de San Agustín (Florida) son recordatorios perdurables de la larga historia de España en la región, que precede en generaciones a Estados Unidos. Sin embargo, durante dos décadas del siglo XVIII, Gran Bretaña mantuvo el control. Ahora, los arqueólogos han desenterrado vestigios de esta breve y olvidada ocupación.
Un equipo de arqueólogos municipales de San Agustín han desenterrado un foso seco perteneciente a un reducto británico, un puesto militar fortificado, que data de 1781. Aunque el trazo de estas fortificaciones aparecía en algunos matas históricos, nunca se había encontrado una evidencia material directa.
El descubrimiento se realizó el pasado mes durante las excavaciones en el barrio de Lincolnville de la ciudad, antes de la construcción de una nueva vivienda. Pero la peculiaridad del hallazgo reside en su carácter puramente británico.
Cuando el Imperio británico tomó el control de Florida en 1763, San Agustín ya contaba con amplias estructuras defensivas construidas por los españoles, pero los oficiales británicos, temiendo un ataque desde un río cercano, ordenaron la construcción de los puestos avanzados a lo largo del borde occidental de la ciudad.La arqueóloga de la ciudad, Andrea White, destacó que «San Agustín tuvo un periodo británico de 20 años. Ellos construyeron siete de estas instalaciones defensivas, y nunca se había encontrado evidencia arqueológica de ellas hasta ahora».
«Eso es lo interesante de estos reductos británicos, son las únicas defensas que construyeron los propios británicos», dijo White. «Todo lo demás que hay en San Agustín o en los alrededores y que todo el mundo conoce, fueron construidos por los españoles. Y luego los británicos los volvieron a ocupar», advierte la arqueóloga.
Su construcción mediante técnicas sencillas revela su urgencia y la precariedad, pues este fuerte británico no estuvo concebida para resistir un asedio prolongado, sino como un punto de vigilancia y repuesta rápida.

Los arqueólogos excavan el yacimiento en el histórico barrio de Lincolnville de San Agustín
Según White, este yacimiento pudo ser «una plataforma para armas o algún lugar que la gente podría haber utilizado para disipar al enemigo». Es decir, a diferencia de un puesto de guarnición o un fuerte en toda regla, el reducto no albergaba soldado. «En el mejor de los casos, tal vez uno o dos soldados estaban estacionados en ese lugar», explica la arqueóloga en el medio local St. Agustine Record's.
Por esta razón, se han descubierto escasos artefactos en el yacimiento. Pero las semillas encontradas en los cimientos del fuerte, entre ellas tabaco, okra y muscadine, que podrían ser pruebas de agricultura histórica o plantas cultivadas para reforzar los terraplenes con sus raíces.
Según indica White en el medio local, cuando los británicos abandonaron San Agustín dos años después de la construcción del reducto, es probable que arrasaran los terraplenes hasta convertirlos en zanjas o que dejaran que las defensas se deterioraran de forma natural.
A pesar del papel crucial que desempeñaron los reductos en la historia de San Agustín, los arqueólogos llevan mucho tiempo luchando por determinar la ubicación exacta de las defensas.