León alberga el documento más antiguo conocido en España con la primera firma de un rey
Se trata de un documento del Rey Silo del siglo VIII en el que recoge la donación de un edificio a una comunidad de sacerdotes. Es considerado como uno de los tesoros del archivo de la catedral
En el año 774 Silo sucedió al Rey Aurelio en el reinado de Asturias y gobernó hasta su muerte en 783. En aquel entonces, el acceso al trono era electivo, pero limitado a las familias reinantes: lo normal era que el trono pasase de padres a hijos; no obstante, en caso de no ser posible, el trono pasaba al marido de la hija del Rey, como fue el caso de Silo.
Durante su reinado decidió trasladar la capital del reino desde Cangas de Onís a Pravia. Con ello quiso acercar la corte a las nuevas tierras reconquistadas hacia poniente. En la nueva capital hizo construir la iglesia de San Juan, en Santianes, donde fue enterrado a su muerte. Asimismo, de su reinado procede el documento escrito medieval más antiguo que se conoce de la península ibérica y que ahora custodia la catedral de León.
El llamado «diploma del Rey Silo» era una donación que hacía el monarca a los presbíteros Pedro, Avito y Valentino de un «lugar de residencia» –indica el texto–, bajo la condición de que éstos rezaran «en provecho de mi alma en la iglesia que allí se construyere».
La cesión era tan solemne que «si después de hoy alguien quisiera inquietaros en relación con ese lugar o en todo lo que queda escrito arriba, que sea separado de la santa comunión y que quede excluido de la asamblea de los cristianos y de la santa Iglesia, que sea considerado con Judas el traidor». Más tarde, el documento fue ratificado por los reyes Alfonso II y III, Ramiro I y Ordoño I.
Primer documento real de España
A pesar de que este tipo de acuerdos eran frecuentes en la Edad Media, el deán y canónigo archivero de la catedral de León –donde se conserva el diploma–, Manuel Pérez Recio considera que, aunque carece de «importancia política», es muy relevante porque «es el primer documento real de España», pues no se conservan otros textos firmados por reyes hasta siglos después.
El texto se compone en su mayoría de una descripción detallada del terreno donado, citando tanto los pueblos como los caminos y accidentes geográficos que lo delimitan. En el documento se menciona que la porción de tierra se encontraba situado entre los ríos Eo y Masma, un lugar que se llamaba Luz o Lucis en la época y aunque no se ha logrado averiguar su ubicación concreta, hay quienes piensan que pudo estar en el actual municipio costero de Barreiros (Lugo), cerca del límite con Asturias. Por otro lado, el diploma cita a dos «conversos»: un tal Alanto que también se beneficia de esta donación y Teodenando, que figura como testigo.
No se sabe con exactitud de cuándo o por qué llegó el documento del Rey Silo a León –lo lógico sería que estuviera en Oviedo con otros documentos de los reyes asturianos–, pero según sostiene el canónigo archivero, el diploma «llegó con otros textos reales cuando se trasladó la corte» a esta ciudad al constituirse el reino de León, en el año 910.
Pérez Rico subraya el buen estado de conservación de este documento histórico, una característica que atribuye a que «hasta hace 20 años el archivo estuvo en un torreón de la catedral» y en este lugar se mantuvo una temperatura bastante estable y fresca; «y, sobre todo, un ambiente seco».
«El archivo de la catedral de León está entre los dos o tres que tienen más documentación medieval en el país», asegura su responsable. Además del diploma del Rey Silo, el archivo de la catedral custodia una «gran cantidad de documentos de los reyes leoneses, desde que se estableció aquí la monarquía» hasta que se integró a la Corona de Castilla en 1230, por ejemplo, una crónica de la rebelión contra el Rey Alfonso V en 1012.