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Litografía de la medición del meridiano

Litografía de la medición del meridianoBiblioteca Museo Naval

El marino-científico español que ayudó a medir el diámetro de la Tierra

Jorge Juan pasó casi una década en el Virreinato de Perú como miembro de la expedición francesa encargada de calcular el arco del meridiano del Ecuador, es decir, la forma real de la Tierra en ese punto

A mediados del siglo XVIII Francia e Inglaterra no solo se enfrentaron con sus flotas en el mar. Existía una disputa entre los científicos galos e ingleses para determinar cuál era la verdadera figura de la Tierra. Los ingleses defendían que la esfera terrestre estaba achatada por los polos, según afirmó años antes el físico Isaac Newton. En cambio, los franceses seguían la teoría de Descartes en la que el achatamiento afectaba al Ecuador. Con la intención de poner fin a esta disputa, en 1733, la Academia de Ciencias francesa organizó dos expediciones científicas que debían medir la longitud de un grado del meridiano en el Ecuador y el Polo Norte.

En concreto los trabajos de medición se harían en Laponia y en Quito. La región de Quito pertenecía al Virreinato de Perú, por lo que Francia tuvo que pedir permiso a la Corona española. Felipe V aprobó el proyecto con la condición de que dos jóvenes guardiamarinas formasen parte de la misión, y los elegidos fueron Jorge Juan y Antonio de Ulloa.

Mapa parcial de la América Meridional por La Condamine, 1744

Mapa parcial de la América Meridional por La Condamine, 1744

En 1735 embarcaron en Cádiz para dirigirse a Cartagena de Indias con la intención de reunirse con los científicos franceses. Cuando llegaron a la América Meridional, los jóvenes oficiales españoles realizaron dos grupos con los franceses. Jorge Juan formó equipo con el director de la misión en Quito, el astrónomo Louis Godin, que había sido uno de los promotores. En 1953, Godin fue nombrado director de la Academia de Guardiamarinas de Cádiz y responsable del Observatorio Astronómico que fundó Jorge Juan meses antes. El segundo grupo de Quito estaba formado por el matemático Pierre Bouguer, el geógrafo Charles-Marie de La Condamine y Antonio de Ulloa.

Una misión de nueve años

Los expedicionarios tuvieron que cargar los pesados instrumentos científicos a lo largo de 400 kilómetros que separaban Quito de la ciudad de Cuenca, subieron montañas de hasta 4.000 metros de altitud y soportaron lluvias torrenciales y temperaturas cambiantes. A causa de estas condiciones adversas tardaron nueve años en recopilar todos los datos necesarios, mientras que la expedición en la Laponia liderada por Pierre-Louis Moreau de Maupertuis duró solo ocho meses.

Habían partido en 1736 hacia la frontera entre Suecia y Finlandia para realizar mediciones sobre una superficie de unos 250 kilómetros. Por su lado, Jorge Juan y Ulloa no solo tuvieron que hacer frente a las dificultades climáticas. En 1739, en la población de Cuenta comenzó una revuelta en la plaza de toros contra los científicos en la que murió el cirujano de la expedición. Además, dentro del equipo, La Condamine provocó varios enfrentamientos tanto con los oficiales españoles como con sus colegas galos.

Carta de la meridiana por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, donde se puede ver las triangulaciones entre las montañas de los andes ecuatoriales

Carta de la meridiana por Jorge Juan y Antonio de Ulloa, donde se puede ver las triangulaciones entre las montañas de los andes ecuatoriales

A pesar de todas las dificultades consiguieron cumplir su misión gracias a su formación y a que contaban con los mejores instrumentos científicos del momento, algunos como el octante modelo Hadley, que apenas se había presentado en Londres unos años antes, cuadrantes, termómetros, sectores, reglas de cálculo, entre otros. Con este equipo realizaron las mediciones del arco del meridiano.

Emplearon un sistema basado en triangulación, es decir, diseñaron una red de triángulos encadenados en la que los vértices eran puntos de referencia como cumbres o torres, y mediante cálculos trigonométricos obtenían una línea poligonal formada por los lados de los triángulos que se convertía en una distancia real. Todavía no se empleaba el metro sino la toesa, una medida francesa que equivale a un metro con 945 centímetros.

Pasados nueve años, los científicos regresaron a Europa con los datos recopilados para compararlos con los que habían recogido en Laponia. La comparativa demostró que el meridiano era mayor en el polo que en el Ecuador, lo que quería decir que Newton y los ingleses tenían razón.

Observaciones astronomicas y phisicas, 1748, de Antonio de Ulloa y Jorge Juan

Observaciones astronomicas y phisicas, 1748, de Antonio de Ulloa y Jorge Juan

De su aventura científica, Jorge Juan publicó los resultados científicos en una obra titulada Observaciones astronómicas, y phísicas hechas de orden de Su Magestad en los Reynos del Perú, en 1749. Por su parte, Antonio de Ulloa escribió una Relación histórica del viage a la América Meridional, extensa obra en la que compiló la geografía de las provincias americanas, costumbres locales y diferentes tipos de especies.

Además, redactaron de forma conjunta un informe secreto titulado Discurso y reflexiones políticas sobre el estado presente de los reynos del Perú, donde explicaban al monarca injusticias del Virreinato del Perú «con el fin de que sabidos los males que allí se padecen, pueda aplicárseles el conveniente remedio a los excesos en la conducta de los ministros y de los poderosos, con grave detrimento de los flacos y los desvalidos», según escribió el marino en el preámbulo.

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