El principio del fin de España en América: el enfrentamiento entre Boves y Bolívar en una «guerra a muerte»

La figura de Boves, como la de todos los protagonistas de los hechos que, a principios del siglo XIX, llevaron a la independencia de Venezuela y toda la América española, es controvertida. La importancia de las acciones que emprendieron, la motivación de sus actos, la violencia que desataron, la lucha por el poder y la riqueza y el concepto de poder de esas gentes los hacen polémicos, de ricas biografías y sometidos, más que otros, al veredicto de la historia y la opinión de las generaciones.

Un asturiano en Venezuela

A diferencia de otros caudillos, Tomás Boves no nació en América sino en Oviedo. Fue piloto de marina y viajó mucho antes de instalarse en Venezuela. Parece que el contrabando lo llevó a prisión pero, una vez liberado, emprendió negocios que le fueron bien. Optó en un primer momento por el bando revolucionario hasta que las disputas entre los partidarios de la independencia hicieron que optara por el bando realista. Había combatido a las órdenes de Miranda, pero en 1812 al entrar las tropas de Monteverde en Calabozo, su localidad de residencia, cambió de bando uniéndose a Antoñanzas. Ambos harán una carrera militar rápida y exitosa en defensa del Rey y de la españolidad de las tierras venezolanas.

Boves hará una carrera militar rápida y exitosa en defensa del Rey y de la españolidad de las tierras venezolanas

Boves se rodeó de lo más pobre del país: llaneros mestizos, mulatos y negros que odiaban a los nuevos caudillos independentistas criollos, mayoritariamente blancos de procedencia europea y grandes propietarios de tierras y esclavos. Porque, como señalaba Madariaga en su biografía del líder revolucionario, «como blanco, era Bolívar heredero de una tradición de poder y de gobierno que ni se daba cuenta de sí misma. Que los blancos fuesen dueños de la tierra, del ganado, de los esclavos y de los indios reducidos no se discutía». De hecho, Venezuela independiente siguió admitiendo la esclavitud hasta 1854, siendo el último país de la antigua América hispana en abolirla.

Boves contra Bolívar

Con un ejército de desharrapados a los que fue dando disciplina y orden de combate, y con una genial utilización de la caballería, Boves se enfrentó a Bolívar que era ya el líder de la revuelta independentista, con un grado de autonomía muy grande respecto al ejército regular realista.

A mediados de 1814 en Venezuela se enfrentaban dos líderes de gran personalidad, visión política enfrentada, apoyos parejos y personalidades complejas

Conocía muy bien el carácter de sus hombre, vivía con y como ellos y dominaban el territorio por el que se movía. En 1813 venció a los bolivarianos en Cachipo y Calabozo. Fue derrotado en el Caño del Mosquitero por Campo Elías, pero se rehízo con facilidad para volver a cobrarse una victoria en San Marcos. Con un ejército de gran movilidad que contaba con el apoyo de la población, Boves venció a Campo Elías en La Puerta a principios de 1814. Y en san Marcos a Aldao, a quien cortó la cabeza que exhibió en una pica.

A mediados de 1814 en Venezuela se enfrentaban dos líderes de gran personalidad, visión política enfrentada, apoyos parejos y personalidades complejas. Dos gallos en un mismo gallinero. Solo podía quedar uno y todo dependía de factores externos que inclinaran la lucha. Ambos habían desarrollado lo peor de la condición guerrera que es la crueldad.

Se inició lo que se llamó la «guerra a muerte», una escalada de matanzas de inocentes, devastación y ruina. Como toda guerra civil, y ésta lo fue entre españoles de distintos objetivos, se dispararon las peores pasiones. Condenas a los contrarios y martirios inexplicables, como la matanza de españoles leales en Caracas ordenada por Bolívar por el mero hecho de ser españoles como antes lo fueron los revolucionarios de Valencia.

Ese año los realistas tuvieron algunos reveses importantes frente a Bolívar y Mariño en Bocachica y Valencia. Boves optó por retirarse a los llanos para reorganizar su ejército y, con nuevas fuerzas, tomó Caracas y Valencia en julio de ese mismo año. Boves se autonombró comandante general de las tropas realistas, ignorando los nombramientos reales.

La batalla de Urica

Con igualdad, ambos ejércitos llegan a la batalla de Urica donde las tropas de Boves vencieron y retrasaron la independencia hasta 1821, pero el líder muere de una lanzada. Pronto le sustituirá Morillo al frente de las tropas españolas, pero la muerte del asturiano cambió la suerte de Bolívar. A pesar de que la historia lo presenta muerto por una lanza enemiga que hizo blanco en su cuerpo, lo más probable es que la lanza saliera desde cerca, desde sus filas, que un traidor cobrara por quitar de en medio al caudillo realista.

Boves era un hombre hecho en América. Allí tenía su vida y hacienda, sus gustos y sus relaciones. Seguramente en su idea estaba no nunca volver a España. La independencia era algo irremediable, aunque se pudiera retrasar, y Boves acabaría siendo un venezolano más. Pero era un verdadero líder, un hombre muy popular entre las clases bajas y, en consecuencia, muy molesto para los que aspiraban a quedarse con el poder sin compartirlo, los padres de la nueva patria. Boves, como es el caso de Liniers en Argentina, estorbaba a los independentistas porque también eran americanos, no iban a renunciar a serlo y amenazaban el liderazgo incuestionable que se quería imponer.