El trágico caso de David Reimer, un niño obligado a crecer como una niña

El 27 de abril de 1966 Janet y Ron Reimer llevaron a sus hijos gemelos de seis meses de edad a un hospital de la ciudad de Winnipeg (Ontario, Canadá) para que les realizaran una circuncisión. El pediatra de los niños había detectado que tenían fimosis y aconsejó dicha intervención. Este tipo de actuaciones quirúrgicas normalmente se realizan con escalpelo pero esta vez el cirujano decidió probar un bisturí eléctrico que cauterizaba al tiempo que cortaba. El aparato falló y los daños causados se consideraron irreparables.

John Money, el origen de la ideología de género

Los Reimer, desolados, acudieron buscando ayuda al doctor John Money, un reconocido psicólogo y sexólogo que ejercía en el prestigioso hospital John Hopkins de Baltimore. John Money fue decisivo para la aceptación de los conceptos de identidad de género y para el tratamiento hormono-quirúrgico de la transexualidad pero, sobre todo, fue el gran defensor de la idea de la independencia del sexo biológico respecto al reconocido por la sociedad y de las asignaciones de sexo y roles como determinantes durante la crianza.

Ahora se le presentaba la oportunidad de llevar a cabo un experimento, con un individuo todavía no afectado por influencia social ni familiar debido a su temprana edad, que pudiera probar sus teorías. Por cierto los gemelos fueron bautizados como Bruce, el que sufrió la mutilación durante la intervención, y Brian.

El matrimonio Reimer, destrozado por la culpa, se puso completamente en manos del médico. Por consejo de este se procedió a la extirpación de los testículos y restos del pene de Bruce y a la realización de una operación estética con idea de formar una vulva rudimentaria en el pobre Bruce, que a partir de entonces será llamada Brenda. Bruce sería criado como una niña desde ese mismo instante. Ambos gemelos eran controlados periódicamente por el doctor Money y el hermano gemelo de Brenda –Brian– fue obligado a participar en las terapias de re-asignación de sexo de su hermano, teniendo que interactuar con él de una manera íntima y perturbadora para un niño.

Las sesiones, filmadas y fotografiadas y más dignas de una sesión pornográfica o una película snuff que de una sesión médica, buscaban reforzar las teorías de Money en relación con la fluidez de género y sirvieron como justificante para miles de intervenciones quirúrgicas de re-asignación de sexo.

La realidad era que Brenda empezó, desde muy joven, a sufrir de disforia sexual –experimentación de estrés o sensaciones contrarias a la euforia a consecuencia del género asignado–. Brenda no se sentía una niña y cada visita al doctor, cada sesión de terapia con su hermano suponía una tortura cada vez mayor. A los trece años se alcanzó el punto de ruptura cuando Brenda amenazó con suicidarse si se la obligaba a continuar con las sesiones terapéuticas del doctor Money.

Marginada en la escuela por sus compañeras debido a su comportamiento masculino, recibiendo un tratamiento hormonal que la mantenía en estado de continua alteración emocional, obligada a llevar faldas y vestidos que la incomodaban y generaban una tensión cada vez mayor y más evidente, amenazó con suicidarse si la obligaban a continuar con las terapias a las que la tenían sometida.

Trágico final

Los padres de Brenda, muy compungidos por como estaba derivando todo y por el evidente sufrimiento de su hijo/a le revelaron toda la verdad de lo sucedido en el hospital y del por qué del tratamiento que había recibido después. Esto sucedió poco antes de que Brenda cumpliera quince años de edad.

Al conocer la verdad la pobre víctima –pues en todo momento lo fue– asumió la identidad masculina y exigió ser conocido como David. A esto siguieron operaciones de extirpación de pechos, reconstrucción de pene, etc. El experimento, mostrado como un gran triunfo que probaba las teorías del doctor John Money, se transformó en un absoluto fracaso.

David Reimer contrajo matrimonio en 1990 pero el trauma sufrido durante las abusivas y tortuosas sesiones terapéuticas a las que fue sometido por parte del doctor Money afectaron profundamente a su vida. En 2002 Brian, hermano gemelo de David/Brenda/Bruce Reimer, se suicidó. La culpa que sentía por haber presenciado y haber sido obligado a participar de la tortura y sufrimientos de su hermano durante las sesiones terapéuticas le llevaron a la esquizofrenia, la depresión y el suicidio. El 2 de mayo de 2004 la esposa de David Reimer solicitó el divorcio. Dos días después David se volaba la cabeza con una escopeta. Ron Raimer, padre de ambos gemelos, no pudo superar la aflicción y la culpa, suicidándose ese mismo año.

Públicamente John Money rechazó las críticas a sus métodos y a los resultados de éstos, tratándolos como ataques y campañas de difamación por parte de grupos ultrarradicales, anti-feministas y antitransexuales. De acuerdo con sus colegas, en privado, se sentía avergonzado de todo.